No muchas salas españolas albergan una oferta pictórica tan notable como la que custodia estos días el Museo Goya de la Fundación Ibercaja. A su importante colección en torno al genio de Fuendetodos, el museo zaragozano sumó a principios de octubre una muestra temporal con obras de Picasso (estará hasta el 16 de enero) y ahora acaba de incorporar un cuadro de Rubens que se podrá visitar hasta el 30 de enero. Tres grandes maestros de la pintura universal que convierten en estos momentos al espacio de la calle Espoz y Mina en «uno de los mejores museos del país», según ha destacado este jueves en la presentación de la nueva obra invitada el director general de la Fundación Ibercaja, José Luis Rodrigo Escrig.

«Seguimos trabajando para que los aragoneses se sientan orgullosos», ha añadido. Sin duda, la visita al Museo Goya es casi obligada en estos momentos. Y aún podría serlo más, porque Rodrigo Escrig ha apuntado (sin desvelar nada más) que la de Rubens no será la última incorporación de una obra nueva en este año.

En concreto, el rubens que ha cedido de forma temporal el Museo de Bellas Artes de Pau es Tetis recibiendo las armas de Aquiles, realizado por el pintor flamenco en su estudio de Amberes entre 1630 y 1635. Pedro Pablo Rubens, uno de los máximos exponentes del estilo barroco en el siglo XVII, ilustra en el cuadro un pasaje de la Ilíada, el poema épico de Homero que narra la Guerra de Troya, y forma parte de una serie de ocho obras que el pintor flamenco realizó como modelo para una serie de tapices con el tema de la Historia de Aquiles.

La escena, basada en el mito griego representa el momento en el que Aquiles, terriblemente afectado por la muerte de su amigo Patroclo, asesinado en combate bajo los brazos de Héctor, implora a su madre que le proporcione nuevas armas, y Tetis va a la fragua de Vulcano y le pide al dios herrero que haga una nueva armadura y un escudo para Aquiles.

La pintura gira en torno a este episodio que divide la obra en dos partes. En el lado izquierdo, el mundo de los océanos; y en el derecho, el mundo del fuego, los volcanes y la tierra. En este óleo sobre tabla pueden observarse junto a Tetis, vestida de rojo, a Vulcano y su esposa Charis, además de una ninfa que recibe de mano del dios del fuego el escudo para Aquiles y un putto junto a un tritón que emerge del agua.

Se trata de una obra típicamente barroca, donde Rubens se distingue por su sobrecarga decorativa, la exageración de movimientos y expresiones, pero también por el uso predominante de colores cálidos. 

La pieza se podrá visitar hasta el 30 de enero en la primera planta del Museo Goya, junto al resto de sus obras barrocas. «El cuadro viene a reforzar el discurso de nuestra primera planta», ha subrayado la directora del museo, Rosario Añaños, que ha recordado que Rubens fue uno de los pintores «con más talento artístico y éxito social y económico».

La incorporación temporal de esta obra forma parte de una colaboración con el Museo de Bellas Artes de Pau, que estos meses exhibirá el cuadro Danzantes enmascarados bajo un arco, del pintor aragonés, procedente del Museo Goya, en su exposición temporal Francisco de Goya, testigo de su tiempo.

Es la segunda pintura que acoge el Museo Goya en calidad de invitada, tras la cesión en el año 2020 del cuadro San Pedro del Greco, procedente del Museo del Greco en Toledo, en su vocación de ser un museo abierto a nuevas propuestas y colaboraciones que permitan enriquecer su discurso.