Hace tres años, cuando estrenaron su primer EP, Si lo cibes, tenían otro nombre y otro estilo, pero el mismo mensaje. En 2021, Fongo regresa con Todo está por hacer, con diferente nomenclatura (antes Fongo Royo) y con un estilo más definido pero en constante crecimiento. Evolución es su palabra.

Entre medias de todo eso, una pandemia que trastocó unos planes que eran muy diferentes. «Comenzamos a grabar en septiembre de 2019 para publicar en primavera de 2020», recuerda David Gilaverte, encargado de los teclados y Dj de la banda. Ante la crisis sanitaria, la solución fue no estar quietos: Fongo lanza siete videoclips -uno por cada tema del disco- realizados por los propios miembros de la banda. «Aún con todo la gente pide que salgamos en todos», comenta entre risas Víctor Claraco, vocalista, ya que los vídeos cuentan con multitud de imágenes libres de derechos.

Todo está por hacer vio la luz el 21 de diciembre pero, antes de esta fecha, ya sonaba en todas las plataformas digitales. «Sacamos un domingo cada canción para mantener a la gente atenta y que se dieran cuenta de que venía algo grande», explica Luis Arilla, vocalista y guitarrista, que se muestra contento por el resultado de los estrenos: «Así se disfrutan más los lanzamientos».

Siete canciones nuevas que muestran el nuevo rumbo que quiere marcarse los ahora llamados Fongo. «El cambio de nombre es también un cambio de era», cuenta Gilaverte, que ve como razón para esta nueva cara que «el estilo musical ha variado». «Es un lavado de cara para seguir adelante», asegura Arilla, porque la agrupación ha evolucionado mucho desde el lanzamiento de Si lo cibes, en el lejano 2018. Alejados de las posiciones de muchos artistas, que prefieren encontrar su propio nicho y asentarse en él, la banda oscense encuentra en la evolución el dogma al que ser fiel: «Esperamos seguir evolucionando y ser muy diferentes el día de mañana».

Nuevo registro y crecimiento profesional

El nuevo proyecto de Fongo es también resultado de una forma distinta de crear su música. «Hoy nos fijamos más en cómo queremos sonar porque somos más exigentes con nosotros mismos», reflexiona Claraco. Una reforma que les lleva a ponerle mucha más atención al apartado técnico: «Al comienzo todo era más pasional». Pero el corazón no se deja de lado, ya que como indica el vocalista «trabajamos para equilibrar la balanza».

«Es un disco más ambicioso», asevera un Arilla que define Todo está por hacer como un proyecto que busca más «el sonido metal que el reggae o el ska de los trabajos anteriores». La innovación también aparece en varias canciones que «no tienen estribillo, lo que es poco común hoy» y con unas letras que no son de primera digestión: «Es un disco pensado para escucharse varias veces». Tantas como sean necesarias para descubrir qué viene después, que siempre sorprende: «Es un trabajo que pasa por muchos estilos en el que no sabes qué va a suceder en la siguiente canción».

Mensaje social innegociable

Pueden variar los estilos, puede cambiarse el nombre o pueden crearse nuevos temas. Lo que nunca falta en la música de Fongo es un mensaje social que quiere despertar conciencias y avisar a los oyentes. «Desde que el grupo nace vimos la oportunidad de lanzar un mensaje social», certifica Gilaverte. «Si alguien, al escuchar el disco, se hace preguntas sobre lo que suena, ya hemos cumplido el objetivo», coinciden los tres artistas.

Críticas al sistema, a la precarización, a la crisis climática o a la falta de futuro para los jóvenes se hacen presentes en unas letras que siempre contienen esperanza: «Hay algo de lo que nos gustaría ser, a lo que aspiramos, como una idealización de lo que debería ser la sociedad». Una situación que, lamentan, no se extiende en el resto del arte, ya que para ellos «los artistas no se mojan con la realidad social».

Entre todos los mensajes, no puede faltar Aragón. Una defensa de su tierra y un intento por conseguir que se la reconozca más allá de las fronteras. Su gran éxito, Luenga religada, fue en 2019 un alegato por el aragonés y la gente que lo habla. «La canción sirvió para demostrar a la gente que el aragonés sirve para muchas cosas y que no son solo las cuatro palabricas que dice tu abuelo en el pueblo», sentencian los tres músicos.

Un compendio de estilos, letras críticas y apuesta por la diversión que les acerca a un grupo que hace un par de décadas levantó a la comunidad. El nombre de Ixo Rai!, que en el próximo Día de Aragón volverá a los escenarios, resuena en sus cabezas: «Ixo Rai! son palabras mayores, pero sí que sentimos que estamos en la misma onda».

La vuelta de la música de Fongo también viene acompañada con su regreso a los escenarios. El grupo aragonés da el salto al Palacio de Congresos de Huesca el próximo 11 de febrero para presentar Todo está por hacer: «Hemos tirado la casa por la ventana y por eso vamos al sitio más grande de la provincia». Con la ambición por bandera, la banda presentará «todo el nuevo disco, repasaremos canciones antiguas y estrenaremos alguna cosita». Una muestra más de que Fongo vive en constante evolución.