La gran noche de las artes escénicas aragonesas ha vuelto a llenar el Teatro de las Esquinas de Zaragoza. La cita, para la que se agotaron todas las invitaciones, ha servido como homenaje a los técnicos que también hacen posibles los espectáculos. Además, entre los diferentes números y premios, la figura de Pedro Rebollo, fallecido en diciembre de 2021, se ha encumbrado como la protagonista de la noche. 

El evento, organizado por Ares (Asociación de empresas de artes escénicas de Aragón), ha estado presentado por Rafa Maza, que ha vuelto a arrancar las risas de los asistentes con su Fabiolo, ese pijo de la Moraleja que cumplió su sueño de vivir sobre un escenario. 

La cita, que ha apostado por la emoción desde el primer momento, ha comenzado con la entrega del premio a la Revelación en las artes escénicas. El galardón ha recaído en manos de Daniel Esteban, caracterizado como el Capitán Spriki. «El teatro tiene que servir para salvar el mundo», ha señalado Esteban, que ha realizado un juego circense con una gran bola terrestre.

Pilar Mas, responsable de Cultura del Ayuntamiento de Utebo, ha sido la galardonada con el premio a la Gestión cultural. Un galardón con el que Mas ha defendido que «lo político y lo técnico deben unirse para cumplir los sueños de la gente».

Homenaje a Pedro Rebollo

El momento más emotivo de la noche lo ha protagonizado el homenaje a Pedro Rebollo, que ha recibido el premio honorífico. Introducida por La jota triste, Violeta Rebollo, hija del intérprete, ha dedicado unas palabras a su padre. «Pese a estar enfadado y triste con esta profesión, nunca desistió», ha comentado la también actriz, que ha asegurado que para Pedro Rebollo «su vida era el teatro». 

El premio al Trabajo ha recaído en José Luis Sabirón, quien lo ha recogido de las manos de su amigo Marianico el Corto. «Creía que era uno más dentro de esta profesión», ha confesado Sabirón, que ha celebrado el premio «porque ayuda a seguir adelante». «Es una profesión que exige de ti las 24 horas», ha concluido el actor, a modo de advertencia a los jóvenes que están iniciándose en el arte dramático.

Silvia de Pé ha sido la ganadora del Aragoneses por el mundo, el premio que reconoce a aquellos actores fuera de la comunidad. De Pé ha recordado a su madre, «la que hizo posible mi carrera gracias a las 60.000 pesetas que me dio para entrar en la Escuela de teatro». De Pé ha sido la encargada de leer el manifiesto del Día mundial del teatro, escrito este año por el director Peter Sellars.

Violeta Rebollo recogió el premio honorífico entregado a su padre, el actor Pedro Rebollo. ANDREEA VORNICU

El premio a la Pedagogía ha recaído en la escuela del Teatro Arbolé, recogido por Esteban Villarrocha, que ha lanzado un sonoro «no a la guerra», así como ha reivindicado el papel de la educación en estos tiempos. El premio a la mejor Iniciativa artística ha sido para la Casa de los títeres de Abizanda, gestionada por los Titiriteros de Binéfar, que han invitado a todos los asistentes a perderse en ese teatro, «un lugar en medio del monte en el que vivir, cantar y bailar». 

En el apartado institucional, María López Insausti ha reivindicado que el teatro es un arte que «va mucho más allá de lo puramente económico». Una apuesta por la cultura y por unos artistas que la presidenta de Ares ha descrito como «unos locos que se atrevieron a subir a los escenarios». «Hemos sobrevivido a una crisis de audiencia y de distancia», ha señalado en referencia a las consecuencias de la pandemia, antes de argumentar que el teatro es «fundamental para conseguir el bien común de la sociedad».

La gala del teatro aragonés ha concluido con varios números musicales y con los galardonados unidos en un gran abrazo. La metáfora ideal para una noche redonda: la fuerza del teatro se basa en la unión de todos, actores, técnicos y público.