El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha visitado este miércoles la iglesia zaragozana de la Mantería, denominada por muchos y por el propio presidente de la DGA como la "Capilla Sixtina aragonesa". El templo, una joya desde el punto de vista artístico por los frescos de Claudio Coello (Madrid, 1642-1693), se encuentra en un estado deficitario, algo que se pretende solventar en los próximos meses tras el acuerdo que Lambán alcanzó con el ministro de Cultura Miquel Iceta el pasado mes de julio.

El presidente ha anunciado que se debe completar el protocolo a tres bandas -entre la congregación de las Madres Escolapias, DGA y Ministerio de Cultura- para poder acometer las obras, que en principio desean poder empezar a principios de 2023. "Los poderes públicos debemos asumir una responsabilidad especial en la preservación y la recuperación del patrimonio", ha afirmado Lambán. En ese sentido, la congregación debe ceder temporalmente el uso de la iglesia al Instituto del Patrimonio Cultural Español (IPCE) del ministerio, por una cuestión "puramente jurídica", como ha detallado el propio presidente de la DGA.

En cuanto al presupuesto, Lambán ha asegurado que está terminando de perfilarse, y que es una "cuestión prioritaria" para los próximas cuentas autonómicas, aunque también ha admitido que no están todavía definidos del todo. Por parte del IPCE se esperan en torno a dos millones de euros, aunque en cualquier caso las cifras se confirmarán una vez se tome la decisión definitiva de intervenir, algo que no debería tardar.

Atajar las humedades, el primer paso

Las humedades son una de las cuestiones que más preocupan en la iglesia. De hecho, será uno de los primeros puntos que se abordarán cuando se aprueben definitivamente los trabajos. Esta parte será responsabilidad de la DGA, tal y como ha anunciado Lambán, quien espera que el tiempo de dichas obras "no sea excesivamente largo". No cree, por el contrario, que suceda lo mismo con la restauración de los frescos de Coello -responsabilidad del IPCE-, pues son más delicados y es lógico pensar que puedan demorarse más en el tiempo.

El presidente Lambán, durante su visita a la Mantería. Jaime Galindo

Asimismo, el presidente también ha querido incidir en que el convenio de cesión del uso de la iglesia, aunque se realice por cuestiones jurídicas, "sirva para la apertura de la iglesia y la contemplación de las pinturas, siempre desde un respeto absoluto del Gobierno a aquellos usos para los que fundamentalmente fue construido este edificio". En esa línea, Lambán ha mostrado su "gratitud a las hermanas escolapias" por el trabajo realizado previamente, el cual ha permitido que "estemos a tiempo de poder restaurarla definitivamente".

Y es que, desde 1997, la congregación propietaria del templo ha llevado a cabo actuaciones de mantenimiento en la medida que le ha sido posible. María Jesús Boned, ex directora del centro, ha estado presente en el acto y ha asegurado que, por ejemplo, los muros han sido pintados varias veces y el suelo fue cambiado de la tarima a un mármol ajedrezado. Con todo, y pese a "no empezar de cero", Boned ha admitido que "el paso del tiempo ha provocado bastante deterioro".

Así es la "Capilla Sixtina aragonesa"

Así es la "Capilla Sixtina aragonesa" Jaime Galindo

La Mantería, una iglesia desconocida

La Mantería, denominada así por la presencia histórica en torno a sus puertas del gremio de los manteros, oficialmente se llama iglesia de Santo Tomás de Villanueva. Es considerada como una joya artística por los frescos que aún se preservan en la cúpula, realizados por Claudio Coello, uno de los pintores barrocos más representativos en su época, y su ayudante Sebastián Muñoz en el siglo XVII.

Pese a su gran interés artístico y patrimonial, y su céntrica ubicación en la plaza San Roque, cercana al Coso, el templo es un desconocido para muchos zaragozanos. Por ello, desde la congregación y la DGA esperan que estas obras de restauración puedan servir para "abrirla al público". "Tenemos ganas de que esta maravillosa iglesia se pueda ver, puede ser un gran lucimiento para Zaragoza", ha subrayado Boned.

Otra de las imágenes de la visita. Jaime Galindo

Lambán, por su parte, se ha manifestado en este mismo sentido: "Deseamos que los zaragozanos, aragoneses y todo el mundo pueda venir a deleitarse de estos frescos, que desde el punto de vista religioso y artístico son impresionantes". "Hay muchos aragoneses amantes del patrimonio que llevan mucho tiempo esperando esto", ha sentenciado.

La Iglesia de la Mantería es lo único que se conserva del que fuera Convento de Santo Tomás de Villanueva, que ordenaron construir el arzobispo de Zaragoza, Francisco Gamboa, y el obispo de Huelva, Bartolomé de Foncalda, entre 1663 y 1683.