La realidad cambiante, siempre acelerada e impaciente, se ha detenido por un momento en el Centro de Historias de Zaragoza. Diez artistas aragoneses o afincados en la comunidad han reflexionado sobre la influencia del paso del tiempo en su obra, conformando una interesante exposición de pintura, fotografía y escultura. La muestra colectiva, titulada 'Realidad líquida', se inaugura en la tarde de este jueves y se podrá visitar hasta el próximo 26 de febrero en el Espacio Cripta del Centro de Historias.

En ella, los artistas Ana Felipe, Isidro Ferrer, Jorge Fuembuena, Paco García Barcos, Fernando Martín Godoy, José Moñú, Ana Palacios, Sylvia Pennings, Víctor Solanas-Díaz y Lina Vila abordan temas tan variados como los efectos de la globalización y de la revolución digital, la vulnerabilidad del ser o la sobredosis de información.

El leitmotiv de 'Realidad líquida' lo impulsaron las dos comisarias de la muestra: Eloísa Sayas y Beatriz Artajona. La propuesta era clara: que esos diez artistas confrontaran dos de sus obras distanciadas en el tiempo (en algunos casos por dos o tres décadas) para plasmar su realidad cambiante y ver cómo ha influido en su forma de concebir el arte. «Además, les pedimos que grabaran un video de un minuto para que explicaran cómo han afectado todos esos cambios en su obra», ha explicado Sayas en la presentación de la muestra.

Las fotografías que ha enfrentado la zaragozana Ana Palacios en la muestra. ANDREEA VORNICU

Es precisamente ese video el que cierra 'Realidad líquida', un título que las comisarias tomaron prestado del filósofo polaco Zygmunt Bauman, que acuñó el término en sus obras 'Vida líquida', 'Miedo líquido' y 'Tiempos líquidos'. «La exposición surge de la relectura de sus textos, que están más vigentes que nunca tras los acontecimientos vividos en las dos últimas décadas», se indica en el catálogo realizado para la muestra.

Así, la exposición enfrenta y pone en diálogo las obras de los citados artistas (muchas de las más actuales las han realizado para la ocasión) para constatar que, como asegura Bauman, «vivimos en un mundo donde la única certeza es la certeza de la incertidumbre».

Sobrecarga de información

Uno de los autores que mejor responde al concepto de la exposición es el zaragozano José Moñú. En sus dos lienzos, la reconocible figura de 2004 se va desdibujando hasta convertirse en 2021 en un rostro sin definición. «A todos nos influye el paso del tiempo. En esta primera obra la pincelada está muy marcada y en la segunda ni siquiera he usado el pincel para transmitir esa sobrecarga de información y la sensación de rapidez con la que vivimos», ha explicado a este diario Moñú.

En las obras seleccionadas por la aragonesa Ana Felipe, que también ha asistido a la presentación, se pasa de la «asfixia» de 2010 a un fotopolímero en el que se percibe su traslado al campo, mientras que Sylvia Pennings evoluciona de una visión «esperanzadora» a otra incierta y angustiosa. Por su parte, Jorge Fuembuena expone unas fotografías y un video en el que se tambalean las tradiciones con una metáfora visual que sobrevuela casi toda la exposición. La muestra se podrá visitar de martes a sábado de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 21.00 y los domingos de 10.00 a 14.30