Con las desgarradores voces de los cantadores que han entonado con rabia, como se tiene que interpretar una jota, piezas como ‘Ay, madre, qué tiene la jota’, ‘Con un puñado de sal’, ‘S’ha feito de nuey’, ‘Pulida magallonera’ y ‘Las aguas que el Ebro lleva’ acompañados de Alberto Artigas y Juanjo Almarza, el mundo de la jota, en un acto organizado por el Gobierno de Aragón en el Museo de Zaragoza, ha vuelto a reivindicar su derecho a ser declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

El acto, conducido por la directora general de Patrimonio del Gobierno de Aragón, Marisancho Menjón; y el bailador Miguel Ángel Berna, ha sido un anticipo de la gran gala que se celebrará en el Auditorio de Zaragoza el 25 de octubre, el mismo día que se reúne en la ciudad el Consejo Nacional de Patrimonio, que previsiblemente dará luz verde a presentar la candidatura ante la Unesco.

Los cantadores (Lorena Palacio, Begoña García, Yolanda Larpa, Vicente Olivares, Óscar Badías y Roberto Ciria), ante unas 100 personas, han aprovechado para interpretar jotas en lo que se había denominado como tertulia cantada, además de desvelar qué es para ellos la jota. Así, para Alberto Artigas, “es una manera de relacionarte con los amigos y salir de casa”, mientras que, por ejemplo, para Óscar Badías, “es una forma de vivir, no sabría que hacer sin ella”.

Lorena Palacio reivindica el valor de la jota con voz poderosa.

Lorena Palacio reivindica el valor de la jota con su poderosa voz. Ángel de Castro

Visiones que también ha refrendado la cantadora Begoña García, quien “lleva la jota desde el vientre” de su madre y el propio Vicente Olivares, el más veterano de todos, que ha aprovechado también para analizar el estado de la jota: “Si hablamos del presente, la gente cada día canta mejor, es muy bueno… Es verdad que de cara al futuro igual tenemos un problema porque cada vez tenemos menos gente en las escuelas”. Por eso, piensa que la candidatura “tiene que ser capaz de involucrar a nuestra juventud. Hay que darles lo que les gusta, no podemos quedarnos anclados en la antigua jota aragonesa y sus parámetros, hay que mantenerla pero dándole un punto más de sal”.

“La jota es una forma de vivir, no sabría que hacer sin ella”, dice el cantador Óscar Badías

Miguel Ángel Berna, por su parte, ha querido reivindicar que él empezó a bailar “para estar con la gente porque la finalidad de la jota era unir a la gente. De hecho, no se vestían, la jota tiene que estar en lo cotidiano para poder conectar con el mundo”. Junto a él, Vicente Olivares ha concluido: “La jota no es ni mi trabajo ni mi forma de vivir , es una parte de mi cuerpo, de mi alma, no puedo verla como algo exterior”.