Olga Bernad (publica su quinto poemario): "Incluso en los poemas más tristes se refleja la felicidad"

"No tengo una definición general para la poesía, solo por parcelas. Definirla sería delimitarla". Olga Bernad, autora de esta cita, ha presentado este viernes en el IAACC Pablo Serrano su quinto poemario, 'La vida extrema'. Un proyecto que nació en plena pandemia, cuando la Universidad de Alcalá de Henares le ofreció participar en su nueva creación poética, 'De luz, piedra y espejo'. Una idea, además, inspirada en otra muy similar, como es 'La gruta de las palabras', que lleva a cabo la Universidad de Zaragoza. Y qué mejor forma de identificarse con un proyecto, pensarían en Alcalá de Henares, que con una persona procedente de la ciudad donde es oriundo, como es la escritora zaragozana Olga Bernad, que también es colaboradora de este diario.

"Tenía algunos poemas sueltos desde que publiqué mi último trabajo –'Perros de noviembre'– en 2016. Fue un privilegio que contaran conmigo para iniciar esta nueva colección, y comencé a pulir lo que ya tenía", explica la autora. Con todo, la presentación del mismo se fue retrasando por distintos motivos. "Preferíamos esperar a que la pandemia diese un poco de tregua –expone–, y la idea era poder publicarlo en el primer trimestre del año, pero llegó la variante omicrón y preferimos esperar para presentarlo con calma". Así, el poemario vio la luz en mayo y esta tarde, por fin, ha sido presentado en Zaragoza.

'La vida extrema' es un alegato a la vida, una suerte de 'carpe diem', aunque Bernad asegure tener "mucha manía" a esa expresión. En cualquier caso, la poeta reconoce que, en cierto modo, la pérdida de su padre le afectó en su inspiración. "Esa melancolía y esa tristeza te hacen ser otra persona, pero también producen inmensas ganas de vivir, las cuales se cuelan en mis poemas", afirma. Y añade: "Objetivamente, la felicidad es un tema poco literario, pero incluso en los poemas más tristes se ve reflejada".

Su intención al escribir sus versos, puntualiza, es mucho más humilde que la de "mejorar el mundo", aunque sí admite que, "si te comprometes bastante y logras sacar belleza de algo doloroso, al menos el mundo no empeora".

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