Si la humanidad ha seguido progresando a lo largo de los siglos está claro que es por su capacidad de asombro, un motor que puede mover lo que haga falta. Carlos Saura acaba de cumplir ¡90 años! y lejos de perder la vitalidad y la ilusión por vivir, sigue pergeñando y encadenando proyectos uno tras otro en lo que es un ejemplo para muchos en estos supuestos nuevos tiempos que corren.
La pregunta más sencilla qué hacerse sería de dónde viene la vitalidad que, a pesar de algunos achaques de salud, sigue regando todo su cuerpo. Desde hace muchos años, a la mayoría de los actos a los que acude (incluso a las entrevistas con los medios) lo hace acompañado de su cámara fotográfica como dejando claro que en cualquier momento puede aparecer algo remarcable para eternizar a través de un objetivo. O lo que es lo mismo, su capacidad de asombro no tiene límites, sigue siendo una persona inquieta que pregunta y repregunta por cómo se han hecho las cosas y de esa forma de estar en el mundo nació su último documental, 'Las paredes hablan', estrenado en el Festival de San Sebastián y que próximamente llegará a las salas de cine españolas. Un ejercicio abrumador en el que se buscan (y, si se puede afirmar algo rotundamente, se podría decir que casi se encuentran) respuestas a qué buscan los artistas cuando hacen lo que hacen.
Esa reflexión inicial lleva a recorrer durante cerca de 75 minutos el camino que une a los prehistóricos cuando pintaban en las cuevas con los actuales grafiteros. Una idea que pueda parecer una locura pero que, en realidad, está muy justificada con la ambición de perdurar, de marcar yo estuve aquí. Carlos Saura traza un camino en el que va buscando respuestas de la mano de personas como Miquel Barceló (con quien firma una conversación brillante), Juan Luis Arsuaga (evocadora apertura a la conciencia del ser humano), Zeta, Musa71 o Suso 33, grafiteros que repasan la importancia que tiene para ellos poder estampar sus inquietudes artísticas en los murales de la calle, de las fábricas o incluso de los edificios.
Un gran momento vital
'Las paredes hablan', documental producido por María del Puy Alvarado, es una demostración de que desde el asombro y la conciencia de la importancia de estar en el mundo y ser uno mismo se construye la historia de la humanidad. Además de una constatación de que el oscense Carlos Saura sigue estando en un momento vital interesantísimo para afrontar proyectos de reflexión que van directamente a las pulsiones del ser humano.
Acaba de comenzar la carrera para entrar en las nominaciones de los premios más importantes del cine español, los Goya, los Feroz, los Forqué... y la realidad es que hay dos aragoneses, este 'Las paredes hablan' y 'Labordeta, un hombre sin más', de Paula Labordeta y Gaizka Urresti, que no sorprendería a casi nadie que estuvieran en la lista final de donde saldrán los vencedores. Y los de la crítica especializada, los Feroz, se volverán a entregar en la sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza el 28 de enero. Quizá ese día haya más de un vencedor aragonés ('La maternal', de Pilar Palomero, aún sin estrenarse todavía ya que llega a las salas el 18 de noviembre, ya empieza a ser favorita a casi todo para repetir la abrumadora victoria que ya logró con su ópera prima, 'Las niñas').
Carlos Saura, además, tal y como ya anunció la Academia de Cine, recibirá el Goya de Honor en la gala que se celebrará en Sevilla el 11 de febrero. Que no sea el único éxito aragonés que celebrar.
