Opinión

Guardando las distancias: Crecer como seres humanos

Deberíamos hacerle un hueco a pensar en generar una cultura fuerte y expansiva con respeto

El Vive Latino, unión de culturas.

El Vive Latino, unión de culturas. / Jaime Galindo

Daniel Monserrat

Daniel Monserrat

El Vive Latino España acaba de presentar el cartel de su tercera edición y, como era de esperar (raro sería que no fuera así) ha levantado polvareda y todo tipo de comentarios en las redes sociales. Por un lado están los que critican el cartel, otros los que lo defienden y luego está el otro grupo que trata de analizarlo con algo de distancia objetiva sin el carné de fan. En resumen, sin novedad en el frente.

El recinto de la Expo de Zaragoza volverá a tomar vida, y de qué forma, el 6 y 7 de septiembre, y o mucho cambia la tendencia y volverá a ser un fin de semana multitudinario. Hablar del cartel sería lo sencillo y para esos debates quizá ya hay otros canales. Yo sigo pensando que la capital aragonesa tiene una cita muy potente de la mano del Vive Latino y que toca ser ambicioso si se quiere consolidar la propuesta de verdad.

Con el apoyo institucional garantizado (al menos seguro durante los próximos cuatros años) y aumentado en esta edición con respecto a otras y cumplida la norma autoimpuesta de no repetir ningún nombre en tres años, a partir de ahora toca ser ambiciosos. El reto sigue siendo el mismo, conseguir llegar a un público más allá de Zaragoza y si me apuras de España. Las estadísticas dicen que en las dos ediciones anteriores ha habido público venido de otros lugares pero si un festival como este (y el nombre ya tiene un poder de atracción potente) quiere echar raíces toca mirar al futuro con ambición.

Mientras tanto, no hay que olvidar que la apuesta de Zaragoza por la cita es importantes y es cierto que la ciudad no había contado con un gran evento musical de estas características nunca. Por eso, toca el momento de hacerlo rentable (y no solo hablo de manera económica) y de demostrarle al mundo (tal y como se está haciendo) que el poder de atracción de la marca que se arrastra es muy potente.

El cartel de este año, con menos presencia americana, apuesta por grupos del considerado indie nacional con alguna apuesta por el rap y por la llegada de sonidos del otro lado del océano como Bomba Estéreo. Puede ser un buen momento para dar un puñetazo en la mesa y consolidar a la ciudad como el punto de enganche entre ambos continentes a través de la cultura.

Zaragoza siempre ha sido una puerta de entrada para la cultura latinoamericana, mucha culpa de ello la tiene el fallecido Rubén Scaramuzzino a través de su proyecto Zona de Obras y, desde luego, los impulsores del Vive Latino conocen de sobra esa realidad de comunión y también la cultura del otro lado del Atlántico. Es por eso que una ve consolidado el Vive Latino llega el momento de crecer y echar raíces duraderas. Y eso parece claro que va a suceder, está por ver de qué forma, pero el compromiso parece total.

En estos tiempos de convulsión mundial con muchas guerras en marcha (dos de ellas muy mediáticas) uno se plantea y cree con firmeza que el conocimiento de otras culturas ayudaría a crear un mundo más pacífico y solidario. Conocer al otro, ser empático con su realidad y descubrir a través de su cultura una forma de vida, es la puerta a que se acaben las superioridades malentendidas y los conflictos por la dominancia mundial. Llegan los días navideños y, entre tantos buenos deseos que se pregonan, deberíamos hacerle un hueco a pensar en generar una cultura fuerte y expansiva con respeto que permita al ser humano confrontar su realidad con la del otro. No nos va en ello pasar unos buenos días sino tener un sistema sostenible y solidario. Y a eso nadie se puede negar.

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