Ferrer Millán lleva al Centro Cívico de Cuarte su colección más personal

El artista zaragozano expone hasta el 27 de marzo una veintena de obras inéditas que ha seleccionado con más mimo que nunca

Ferrer Millán posa junto a sus obras en la exposición del Centro Cívico de Cuarte.

Ferrer Millán posa junto a sus obras en la exposición del Centro Cívico de Cuarte. / SERVICIO ESPECIAL

Fran Osambela

Fran Osambela

Hay pocos momentos tan cargados de quietud y serenidad como mantener una charla con Joaquín Ferrer Millán (Zaragoza, 1951) delante de una de sus obras. Más allá del sosiego que engrendra cada una de sus explicaciones, uno siempre queda sobre todo con ese punto de íntima felicidad, o mejor dicho, de orgullo, que produce viajar de la mano de un artista tan singular por el interior de sus creaciones.

Ferrer Millán, un año después de brillar en el palacio de Montemuzo de Zaragoza, vuelve a exponer de nuevo, esta vez en el espectacular Centro Civico de Cuarte (del 6 al 27 de marzo). Y esta vez, aunque a bote pronto pudiera parecer ya imposible, el viaje por las obras del zaragozano es todavía más especial, ya que 20 de ellas son inéditas. Otras nueve ya se contemplaron en Montemuzo, ya que Ferrer Millán siempre quiere que sus exposiciones estén unidas unas a otras por un mismo hilo conductor. La última, la que completa la treintena, solo se ha visto una vez, en Madrid. Todas, óleo sobre lienzo. Y todas inmersas en la llamada pintura cinética, esa que produce ilusiones ópticas,

El pintor zaragozano, con más de 50 años de trayectoria artística, ha elegido con especial mimo las creaciones hasta ahora desconocidas por el público. Una colección muy personal dentro de ese universo que ha logrado generar a partir de su figura, ya que si algo distingue a Ferrer Millán es que su obra es reconocible en cualquier lugar y a cualquier distancia sin necesidad de ver la firma.

Pero hay algo más que añadir, también muy propio de Joaquín: siempre está predispuesto a compartir su creatividad con quienes se acercan a contemplar sus cuadros. De ahí que, como es habitual, lleva idea de estar todas las tardes en el Centro Cívico de Cuarte hasta el final de la exposición. Cercano, afable y elegante, siempre está por la labor de acompañar a quien lo desee a hacer un pequeño viaje por su pintura. Y ya se sabe, un momento junto a Joaquín Ferrer Millán es un momento único.