"Recurrimos a Amaral en los momentos en los que necesitamos algo que suene a casa"

El grupo vizcaíno Shinova aterriza este sábado en el Teatro de las Esquinas de Zaragoza (21.30 horas) en un concierto que colgó el cartel de "no hay entradas" hace dos meses. Lo hace en el arranque de la gira con la que defienden su séptimo disco, El Presente (Warner Music España, 2024). Su vocalista, Gabriel de la Rosa, afirma que "intuían" que la respuesta del público zaragozano iba a ser buena tras el buen recuerdo que mantienen de su primera visita a la capital aragonesa en 2017.

PREGUNTA. Zaragoza tiene fama de ser una plaza complicada, pero agotaron las entradas dos meses antes del concierto. ¿Imaginaban esta respuesta?

RESPUESTA. Cuando sacamos las fechas de las giras no sabemos de antemano cómo va a ser la respuesta, pero en Zaragoza fue muy bien desde el principio. Llevábamos un tiempo sin tocar en sala aquí y teníamos muchas ganas. Es una ciudad muy especial para nosotros, porque siempre nos ha recibido muy bien. Va a ser una noche muy bonita.

P. Su regreso coincide esta vez con el inicio de su nueva gira. Se dice que quien triunfa en Zaragoza tiene el éxito asegurado.

R. Ojalá sea así, desde luego nos está yendo muy bien. Que Zaragoza sea una de las primeras fechas en sala no es casualidad. Nos apetecía mucho porque no vinimos demasiado con la gira anterior y consideramos positivo que fuera de las primeras fechas. Intuíamos que iba a ir muy bien. 

P. Es la segunda visita de Shinova fuera del circuito de festivales. La primera fue en 2017 en la sala Robby Robot. Ha llovido mucho desde entonces.

R. Ha pasado de todo y la banda ha crecido mucho. Aquella concierto en Zaragoza es uno de los recuerdos bonitos que tenemos de este tiempo. Aunque queda lejana, recuerdo que aquella noche la sala estuvo repleta y la gente arribísima desde el principio. Nos llevamos una buena sensación, la recordamos con mucho cariño. La recordamos con mucho cariño.

P. ¿Qué recuerdo tiene de aquel concierto?

R. La anécdota fue el concierto en sí. Sabíamos que se habían vendido las entradas, pero no sabíamos cómo iba a ser la respuesta, si podía ser fría o si la gente conocería las canciones. Y lo que nos encontramos fue una sala con la gente completamente loca, superfeliz, cantando todas las canciones de tal manera que había momentos que no nos escuchábamos entre nosotros. Fue maravilloso.

P. El directo es una de las armas más potentes de Shinova. ¿Condiciona de alguna manera al momento de grabar el disco?

R. Cuando grabamos un disco solo pensamos en ello y es cuando estamos con la producción del directo cuando hacemos cambios. Las canciones están vivas y a medida que va avanzando la gira vamos cambiando cosas, detalles y limando elementos. Empezamos con un repertorio y finalizamos la gira con muchas modificaciones. Es la propia gente la que te marca qué canción echa de menos o con cuál no conecta tanto. No pasa mucho, pero a veces ocurre que hay una canción que en el disco funciona de manera tremenda y en directo deja a la gente y a nosotros muy fríos. Son detalles muy sutiles.

P. ¿Qué se va a encontrar el público de Zaragoza?

R. El peso va a estar en El Presente, Hemos sacado varios singles y estamos viendo canciones que van a ser muy importantes en los repertorios de los próximos años. Tocaremos también canciones de otras etapas que a nosotros también nos apetece seguir tocando. En esta gira salimos con un repertorio muy potente y sólido.

P. El pasado 1 de marzo lanzaron su séptimo disco. En alguna ocasión han dicho que cada uno representa “una etapa de nuestras vidas”. ¿Qué expresa El presente en contraste con los anteriores?

R. El presente es un retrato de lo que es la banda en el momento actual. Es un disco muy enérgico y más directo que otros, pero también es muy emocional y muy de corazón. Está presente una melancolía, pero desde el ahora, desde el "aquello sucedió, pero el tiempo nos ha dado una perspectiva más amplia". No es una nostalgia triste; es una narración de historias que ocurrieron, sin la pena y el dolor que se suele dar en este tipo de canciones. Muchas veces esa retrospectiva se idealiza.

Hemos escuchado muchísimo rock, muchísima música electrónica, urbana... y nos preguntamos si hay algo de eso que se pueda añadir para enriquecer

P. ¿Están muy pendientes de las cifras de reproducciones en los primeros días?

R. Lo miramos, porque te da una idea de cómo va el asunto, pero tampoco es una obsesión. Creo que el disco funcionará o no de una manera natural. Ahora nos centramos en lo que nos encanta de verdad que es tocar en directo. Sabemos que la preventa y la venta está yendo muy bien, pero es un vistazo y listo. El tiempo que estamos viendo las estadísticas y los números es tiempo que no estamos haciendo otra cosa más fructífera.  

P. Cada disco de Shinova es muy distinto de los anteriores. En el proceso de trabajo, ¿parten de 0 o mantienen una esencia de lo anterior?

R. Siempre va a sonar a Shinova porque somos nosotros cinco haciendo canciones y haciendo discos, pero sí es verdad que cada trabajo intentamos ir un paso más allá, añadir elementos diferentes. Sucede de una manera natural porque escuchamos mucha música en la furgoneta, en el local, con nuestros amigos... En nuestra vida siempre hay música y nos encanta descubrir. Estuvimos hace nada en Argentina y conocimos a artistas que para nosotros son nuevos, pero que son tremendísimos. Apuntamos mucho de esa forma de ver la música, el arte y acabamos añadiéndolo a nuestras canciones. A lo largo de estos dos años ha sucedido eso. Hemos escuchado muchísimo rock, muchísima música electrónica, urbana..., y nos preguntamos si hay algo de eso que se pueda añadir para enriquecer. Ha jugado un papel muy importante en esto nuestro productor, Manuel Colmenero, que siempre está a la última, le gusta arriesgar y que hace que esto sea divertido.  

En los carteles de los festivales hay una mezcla de estilos muy amplia y quizás hace unos años habría sido impensable. Sucede porque la gente escucha música así, puedes tener una playlist donde tienes a J. Balvin y después suena Extremoduro o Robe

P. Siempre rehúyen las etiquetas, pero ¿hoy por hoy llevar la de “indie” es condición necesaria para entrar en los grandes circuitos nacionales?

R. Nosotros nunca hemos entendido muy bien las etiquetas. Hemos hecho rock desde que empezamos a subir a los escenarios. Con todas sus variantes, siempre ha estado ahí, pero se van añadiendo nuevos elementos, evolucionando de acuerdo a nuestra manera de expresarnos a través de la música. Por ejemplo, en los últimos años, los carteles de los festivales han variado mucho. Hay una mezcla de estilos muy amplia y quizás hace unos años habría sido impensable. Sucede también porque la gente escucha música así, puedes tener una playlist donde tienes a J. Balvin y después suena Extremoduro o Robe. Están sonando seguidos y lo escuchas con total tranquilidad mientras vas al trabajo o haces deporte y nadie se extraña de ello. Al final los carteles están tomando ese carácter, que es mucho más ecléctico y mucho más amplio. 

P. Tienen algún grupo o artista de referencia?

R. Cada cual tiene su grupo cliché. A mí me encanta Manchester Orchestra para viajar, y cuando estoy tranquilo en casa o una mañana de fin de semana que tenga libre -que son pocas-, me encanta Camarón y lo disfruto mucho. En este último disco hay muchos de los sonidos de Post Malone, un artista que nos encanta, o Imagine Dragons. Luego además, hay una generación de música urbana argentina que está llegando a todos los rincones del mundo y también ha estado presente. 

P. Siempre incluyen alguna colaboración en discos. ¿Hay algún artista aragonés con el que os gustaría grabar una canción?

R. Así a bote pronto, Amaral. Es una banda que siempre nos ha encantado y de la que somos muy fans. Ojalá un día se dé. Por ahora suena mucho en la furgo. Es otra de las bandas a las que recurrimos en los momentos en los que necesitamos algo que suene a casa. Tenemos una admiración máxima porque no es fácil llegar donde han llegado Eva y Juan, mantenerse ahí a lo largo de los años y que cada trabajo sea bueno. No tienen un disco malo. Luego llevan el directo a un nivel de intensidad que muy pocas bandas logran.

P. ¿Shinova está más a gusto en un festival o en una sala o teatro con vuestros fieles?

Cada formato tiene su magia. Nos encanta tocar en festivales, además en los festis vamos siempre con un repertorio muy cañero y muy potente. Los conciertos en salas te dan un margen mayor para tocar con más tranquilidad, con más tiempo y para conectar de otra manera. Los dos formatos nos encantan.

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