El Roma acabó con el mito de Mestalla en la Liga de Campeones y con una rotunda goleada, con Totti en papel estelar, puso fin a una racha de 22 partidos sin conocer el Valencia la derrota en su estadio, en un duelo que los italianos solventaron en la primera parte, gracias a una efectividad absoluta en sus remates a puerta tras jugadas al contragolpe.

El desenlace del partido no pudo ser más ilógico: la mejor defensa del torneo, ante el peor ataque. Un equipo en alza, ante otro desahuciado. Pero los romanos golearon y reavivaron sus opciones de seguir en la competición a la vez que menguaron las de los valencianistas.