Cuatro días le restan al Zaragoza para volver a los entrenamientos y las oficinas zaragocistas siguen siendo un hervidero de trabajo, pero la sensaciones tras el cierre de la cesión de Oliveira y el fichaje bomba de Ayala son muy distintas. El Real Zaragoza ha cerrado de un plumazo la herida del adiós de Gaby Milito con la llegada del Ratón, mientras que ha ganado en posibilidades ofensivas con el delantero brasileño en relación al adiós de Ewerthon. Llegan a La Romareda dos futbolistas de talla mundial y ya lo hicieron dos --Gabi y Paredes-- de complemento para la plantilla. Resta por hacer, ya que pendientes de la decisión final sobre un guardameta como segundo de César Sánchez quedan otros dos centrales más, un futbolista de banda y, sobre todo, un mediocentro para completar los ocho que solicitó Víctor Fernández --serían nueve si llegara ese portero-- nada más concluir la última temporada.

Pero el Zaragoza ya ha dado un paso muy importante. Ha encontrado la mejor manera de reemplazar a Gaby Milito. Ayala ofrece mejores prestaciones defensivas, aunque es más flojo en la salida de balón que el Mariscal, y tiene el mismo espíritu de liderazgo y carácter que su predecesor. El puzzle más difícil ya está resuelto y, además, se ha conseguido un golpe de efecto que ha convulsionado a todo el zaragocismo, un estallido de ilusión comparable a la que provocó el verano pasado Pablo Aimar. El Ratón es una referencia del fútbol mundial, el gran capitán de Argentina, todo un valladar atrás.

Y Oliveira, que también llega con vitola de titular, supone una variedad de recursos ofensivos mucho mayor para Víctor. De hecho, una dupla con el brasileño y Diego Milito, dos delanteros que pueden complementarse por su movilidad y su dinamismo, es garantía de gol.

Queda solo una pieza decisiva por encajar, la del mediocentro titular junto a Zapater. Por ahí tuvo el Zaragoza infinidad de problemas el curso pasado y en esa zona está destinada la inversión más fuerte del verano. Matuzalem es el sueño de Víctor, el jugador designado para tomar las riendas del equipo y el club aragonés sigue esperando su fichaje. Nunca ha tirado la toalla en la negociación con el Shakhtar y parece que su paciencia va a encontrar premio.

La dificultad de un exitoso desenlace, con el jugador fugado a Brasil, ha hecho que el club se planteara otras alternativas, como Oubiña (Celta), la más asequible, o Sneijder (Ajax), una opción que sigue muy latente en las oficinas del club, pero con una estrategia tan silenciosa como tranquila el Zaragoza sigue confiando en darle a Víctor el jugador que quiere para que coja el timón. Y ése no es otro que Matuzalem.

OTRAS LLEGADAS Porque el resto de incorporaciones que restan no son tan decisivas en el once y sí para ganar en variedad de recursos. Coloccini, que también puede jugar de lateral o de pivote, es la apuesta más firme para el eje y, de salida, pugnará por una plaza con Sergio Fernández, del que será un recambio de lujo. El tercer central en llegar, con Godín (Nacional) o David Navarro (Valencia) como grandes candidatos, dará a Víctor más opciones en la retaguardia, lo mismo que el fichaje de un futbolista de banda --preferiblemente izquierda-- que pueda romper los partidos con su velocidad. Mientras, Pardeza aseguró que un portero "no es una prioridad", pero el club ha peinado el mercado para buscar un segundo meta de garantías para reemplazar a César.