Mantuvo la compostura. Ni muchas sonrisas, ni tampoco un exceso de malhumor por no haber conseguido en el último momento el tercer título mundial al que aspiraba Fernando Alonso. El piloto asturiano tuvo ayer en Sao Paulo palabras de reconocimiento hacia el nuevo campeón, Kimi Raikkonen, a la vez que fue prudente y moderado a la hora de hablar de su escudería y de las extrañas circunstancias que se han producido esta temporada en el seno de McLaren. "Lo intenté con todas mis fuerzas, pero no fue posible", reconoció Alonso.

El bicampeón del mundo afirmó que ayer le fue imposible neutralizar el empuje de los Ferrari, a la vez que prometió que la próxima temporada regresaría --¿con quién?-- pletórico de moral para intentar conducir velozmente hacia una nueva corona mundial. "Ha sido una carrera sin duda muy emocionante porque el campeonato estaba en juego entre tres pilotos --dijo--. Después de los problemas de Lewis (Hamilton), la lucha acabó siendo con Kimi (Raikkonen), pero no pudo ser. El campeonato no se ha perdido aquí, pero ahora no hay que retroceder en el tiempo", agregó el asturiano que consideró que ayer no una un día para entrar en polémica ni sacar trapos sucios a relucir.

CORTESÍA Por eso fue cortés y estuvo agradecido hacia el piloto que lo ha relevado en lo más alto del podio mundial de la F-1. "Quiero darle la enhorabuena a Raikkonen, que se lo merece más que nadie. Y también a la afición, que me ha apoyado y me ha hecho sentir el hombre más feliz. Y a los patrocinadores... el año que viene intentaré volver a dar guerra", prometió Alonso. En cambio, comentó aspectos técnicos de Interlagos y el objetivo casi imposible de renovar el título logrado en las dos últimas temporadas. "Sabía que era muy difícil porque tenía que quitarle muchos puntos a Hamilton. Arranqué muy bien pero no pude seguir el ritmo de los pilotos de Ferrari, así que tuve que esperar a que les pasara algo a alguno de los dos", aseguró.

Sin embargo, el dúo de Ferrari siempre se mantuvo con firmeza al frente de la carrera. Alonso no pudo hacer otra cosa que vigilarlos desde la tercera posición de la prueba. "Al principio --explicó-- los seguí bien, pero luego pegaron un tirón fuerte y me quedé atrás cruzando los dedos para que tuvieran algún problema. Al final no pudo ser".

Hamilton, por su parte, el gran derrotado en la jornada brasileña, no escondió al final de la carrera su tristeza por los fallos en los últimos dos grandes premios. "Evidentemente, estoy muy decepcionado del resultado de este domingo por haber estado al frente del campeonato durante mucho tiempo y no poderlo conseguir. Por eso es mejor mirar las cosas en perspectiva, pensar que ha sido mi primer año en la Fórmula Uno y globalmente ha sido fenomenal". Pese a todo, al británico no se le vio muy feliz en la trastienda del circuito.