Javier Paredes se entrenó ayer junto al resto de sus compañeros en la primera sesión de grupo de esta semana tras la tensa discusión que mantuvo con Gay el jueves pasado. El lateral izquierdo saltó al césped de la Ciudad Deportiva poco después de que lo hicieran el resto de futbolistas. El motivo de ese retraso fue causado por una reunión de alrededor de 15 minutos que mantuvo con el técnico del Real Zaragoza para formalizar la situación a efectos de entrenamientos y zanjar definitivamente la incómoda situación que pudiera haber provocado ese roce. De este modo, defensa y entrenador cerraron de forma virtual el episodio y continuaron con normalidad el trabajo diario de entrenamientos.

Sin embargo, la situación del lateral continúa siendo la misma. El Jabalí no dispondrá de minutos y no se descarta que el jugador se desvincule definitivamente de la entidad aragonesa en los próximos días. En un principio, la intención era que el defensa continuase siendo jugador de la primera plantilla, sobre todo porque el acuerdo para su rescisión es costosísimo, a pesar de que no iba a jugar. Pero en estos últimos días la continuidad no ha sido asegurada por parte del club, sobre todo después del incidente del pasado jueves. A Paredes se le abrió un expediente disciplinario, que derivará en una multa económica, pero salvo sorpresa mayúscula no se le apartará del equipo. De ahí, que la reunión de ayer con Gay buscaba normalizar en lo posible la relación para que el trabajo no se vea alterado de nuevo.

Aún puede salir ahora

Salvo que haya cambios, el astuariano permanecería en la entidad por lo menos hasta el mes de enero. Lo que sí intentaría el club a partir de entonces y de forma segura sería buscar una salida al jugador en el mercado de invierno.

Durante el verano y en el mercado de fichajes ya se intentó encontrar ese destino para el Jabalí. De hecho, el lateral izquierdo tuvo hasta seis ofertas encima de la mesa, dos de ellas de la Liga --el Hércules y el Almería--. A Paredes le quedan en estos momentos dos años de contrato y su salario supera el millón de euros, por lo que su finiquito supondría un importante desembolso.