--Estuvo a punto de renovar por dos años, Javier Aguirre y el club así lo querían, pero al final no hubo acuerdo entre las dos partes. ¿Cómo se encuentra después de que el Zaragoza hiciera oficial que no iba a seguir?

--Tras cinco años en el Zaragoza, no ha sido fácil para mí haber cerrado esa puerta, pero hay que mirar para delante y dejar atrás el pasado. Tampoco mi carrera empieza y acaba en el Zaragoza, aunque es verdad que estaba decidido a seguir, porque era mi prioridad. No ha podido ser y en estos cinco años que he pasado allí hay espacio para las cosas buenas y para las malas.

--¿Qué pasó en la negociación final para su renovación? Todo parecía apuntar a que iba seguir, su agente estaba en Zaragoza para ultimar la negociación y usted, preparado ya para empezar la pretemporada con el resto del equipo. Y al final...

--No se llegó a un acuerdo porque todos saben cómo es este club. Aquí los jugadores hemos vivido muchas cosas en los últimos años. En mi caso, se habían prometido algunas cosas y después no se dieron...

--¿A qué se refiere?

--De repente, Agapito Iglesias dijo una cosa y no la cumplió. Pero no solo conmigo, también con otros futbolistas de la plantilla. Los jugadores siempre tenemos las de perder en el Zaragoza. La temporada anterior porque no cobrábamos y en la que ha terminado porque nos adeudan dinero y estamos en concurso de acreedores. Lo que no puede ser es que nosotros siempre estemos aquí entre la espada y la pared y seamos los que nos bajamos los pantalones. A veces te cansas de eso, miras hacia otro sitio y te vas. Eso ha sucedido en mi caso.

--Usted aceptaba bajar su ficha para renovar por esas dos temporadas, pero quería una cláusula de rescisión baja también. No podía ceder en todo, ¿no?

--Es así. Ellos no aceptaron y por eso no hubo al final el acuerdo. Y yo había aceptado bajar mi ficha. Y no un poco. Bastante, la verdad.

--¿Con qué se queda de los cinco años que ha vivido en La Romareda, en el Zaragoza?

--Con la experiencia vivida y con la gente buena que he conocido, las amistades que dejo en Zaragoza, los compañeros, los fisios, los entrenadores... De todos he aprendido y en este equipo he crecido mucho como jugador. Aunque también hubo momentos duros, como la lesión, donde, hay que decirlo también, el club tuvo un comportamiento ejemplar y siempre me apoyó cuando estuve tanto tiempo sin poder jugar. También me dolió mucho el descenso a Segunda División, pero por suerte el equipo solo tardó un año en volver a Primera. Además, el hecho de lograr la permanencia en estas dos últimas temporadas también ha supuesto mucha alegría después de sufrir bastante.

--Llegó cedido por el Real Madrid en el 2006 y el club lo fichó la temporada siguiente pagando 4,5 millones de euros. ¿Qué supone el Zaragoza en su carrera?

--Solo puede ser uno de los clubs importantes de mi vida y, de ese lado, siempre estará en mi corazón. He pasado mucho tiempo ahí. Ese cariño era una de las cosas importantes por las que quería seguir.

--Y por la afición, imagino. La grada siempre le mostró su cariño y su apoyo.

--Y agradezco esa confianza en mí. Solo puedo decirle a la gente que se dieron así las cosas, que hice todo lo que estaba en mi mano para continuar y que no pudo ser. Siempre me he sentido muy querido y apoyado por la grada, aunque lo mismo que el resto del equipo. La afición ha respondido cuando el Zaragoza lo ha necesitado y estoy seguro de que lo seguirá haciendo igual en las próximas temporadas.

--Llegó en el 2006, después de que lo hiciera Agapito Iglesias, y las perspectivas eran entonces europeas, de equipo en la zona noble. En los últimos cinco años, el bajón del Zaragoza a todos los niveles ha sido importante.

--Está claro que el club cuando llegué era otra cosa, en cuanto a objetivos y a la situación deportiva y económica. Ese bajón se ha dado, pero también creo que es una cosa general. Muchos clubs han bajado su nivel por la crisis que vive el fútbol y el mundo. Ahora, mi deseo es que el Zaragoza se vaya recuperando poco a poco y estoy convencido de que va a ir hacia arriba. Se está haciendo un proyecto deportivo bonito y ojalá este año no se pasen tantos apuros. Lo deseo de corazón.

--Una vez cerrada la puerta del Zaragoza, ¿con qué camiseta se verá a Diogo durante la próxima temporada?

--No lo sé, de verdad. Hay equipos interesados y mi prioridad es quedarme en la Liga española, porque me siento cómodo en este campeonato y lo conozco bien. También hay alguna cosa de clubs europeos y hay que esperar. Ya veremos.