Agapito Iglesias, presidente del Zaragoza, señalaba ayer en una carta a los aficionados que los hechos confirman el acierto de haberse acogido voluntariamente a la Ley Concursal. "Gracias al paraguas de la tutela judicial hemos podido afrontar los preparativos de la nueva temporada con la tranquilidad moral de saber que vamos a hacer frente a todas nuestras obligaciones económicas sin poner en riesgo el futuro del club como prioridad fundamental", aseguraba el dirigente.

El presidente del club aragonés comenta también que, desde que se logró mantener la categoría la pasada temporada, se está realizando un gran esfuerzo para cambiar "lo mucho que había que cambiar" en el Real Zaragoza. Uno de sus propósitos ha sido "practicar una gestión transparente". De la misma forma indica que hasta ahora ha sido "sordo a cuantas operaciones de carácter especulativo pudieran dañar el futuro del club" y que nadie se ha presentado con las suficientes garantías para poder asumir la responsabilidad de hacerse cargo de la entidad, "ni nadie ha querido exponer su patrimonio para revitalizar al club".

Con respecto al nuevo proyecto deportivo comenta que se quiere disponer de una plantilla corta, de entre 20 y 21 jugadores, que permita absorber de forma regular a las jóvenes promesas. Dada la "difícil" situación por la que atraviesa el Zaragoza, Agapito indica que se ha creído prudente seguir tres líneas de trabajo paralelas y complementarias. La primera ha sido acudir al mercado de jugadores libres, la segunda lograr cedidos y la tercera recurrir a fondos de inversión especializados en el fútbol para materializar ciertos fichajes de probada experiencia y alto costo, sin comprometer con tales pagos el obligado saneamiento del club. "Es una práctica habitual en clubs de todo el mundo y un sistema especialmente beneficioso para el Zaragoza", dice el presidente.