Por mucho ruido que surja a su alrededor, por muchas informaciones, audios o mensajes que aparezcan poniendo en solfa algunas de sus actuacionesLuis Rubiales sigue conservando un apoyo interno masivo por parte de la asamblea de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). 91 de 95 asambleístas (o, lo que es lo mismo, un 95,8% de los votantes) han respaldado las cuentas del organismo en 2021, "las mejores en más de 100 años de historia del fútbol español", según el propio Rubiales.

La votación celebrada este martes de manera telemática estaba prevista para la asamblea ordinaria celebrada el 30 de mayo, en la que Rubiales sometió a aprobación (con éxito) la modificación del cálculo de su sueldo, de variable a fijo. Sin embargo, tuvo que posponerse después de que LaLiga presentara un escrito ante el juzgado de la Audiencia Nacional que investiga el 'Caso Soule', relativo a los años en los que Ángel María Villar estaba al frente de la RFEF.

Los auditores de la RFEF, según explicaron sus responsables, solicitaron tiempo adicional para estudiar esta documentación y valorar si debía modificar algunos aspectos del presupuesto, dado que LaLiga solicitaba a la Federación un reintegro de ocho millones de euros. "A juicio de nuestros abogados, no es probable que esa petición se pueda ejecutar por parte del juzgado", ha comentado el tesorero del organismo, Eduardo Bandrés, por lo que no se ha producido ningún variación presupuestaria en materia de contingencias.

Presupuesto récord

Aclarado ese punto, la asamblea votó unas cuentas con 369,8 millones de euros de ingresos y un superávit de 30, que será destinado a un fondo interno de contingencias e infraestructuras. La votación, como se preveía, fue un nuevo paseo militar- para Rubiales: ejercieron su derecho 95 asambleístas, sumando 91 síes, dos noes y dos votos en blanco.

Cierto es que la asamblea está compuesta por 140 miembros y que solo 95 han participado en la cita de este martes, pero también lo es que la participación está a niveles similares a los de otros cónclaves previos al estallido de la publicación de informaciones extraídas de manera presuntamente ilegal de su teléfono móvil.

De hecho, que la asamblea de este martes fuera telemática en lugar de presencial contribuyó a un ligero aumento de la participación: de los 85 votantes en la cita del 30 de mayo a los 95 de la celebrada este martes (como curiosidad, Luis Enrique entre ellos). Con este incremento, no obstante, también han parecido los votos en contra: ninguno entonces, dos en esta ocasión.

Solventada la votación de las cuentas, se abrió un turno de preguntas con solo dos intervenciones. La primera, realizada por el presidente de la Federación Cántabra, José Ángel Peláez, fue para anunciar que someterá a la asamblea regional la declaración de Javier Tebas como persona 'non grata' en el fútbol cántabro. La segunda, a cargo del directivo del Cacereño Juan Miguel Olmeda, fue un agradecimiento a Rubiales por el apoyo a su club y al fútbol extremeño en general.

Sin IPC

La cita, de apenas media hora de duración, la cerró el propio Rubiales, confirmando que la RFEF no aplicará la subida del IPC en la renovación de licencias para la próxima temporada y haciendo una velada defensa de su integridad y de su labor al frente de la Federación frente a "quienes sirven a esta conspiración que lideran quienes ya sabemos".

"Está demostrado que hay gente que quiere acabar con el presidente de la RFEF", acusando a sus detractores de conseguir que "alguien que fue cercano a mí me haya traicionado", en referencia implícita a su tío carnal y ex jefe de gabinete, Juan Rubiales, de quien ha dicho sentir "lástima". "Lo han intentado también con otros, pero no lo han conseguido. Por ellos siento alegría y confort, se han mantenido firmes y leales, sabiendo que nuestra gestión está en los parámetros más altos de la excelencia y la legalidad", ha añadido.

Rubiales ha mencionado directamente a su archienemigo Javier Tebas, de quien ha resaltado que "dice que hay que ganar la batalla y cargarse a Rubiales". "El lado oscuro del fútbol no es este en el que me encuentro yo. La gente está harta de estos ataques y faltas de respeto. No van a encontrar ninguna ilegalidad en mi forma de actuar. Va a seguir haciendo daño a mi imagen, sé lo que pretenden, pero sigo estando igual de tranquilo", ha cerrado el presidente de la RFEF.