SÍMBOLOS DEL PASADO

Los vestigios del fútbol de antaño en Zaragoza

El paso del tiempo ha provocado el deterioro y el abandono de los antiguos terrenos de juego de la capital aragonesa

El viejo estadio de Miraflores todavía mantiene el escudo del SD Arenas en la puerta

El viejo estadio de Miraflores todavía mantiene el escudo del SD Arenas en la puerta / J.C.G

El paso del tiempo ha provocado la extinción de los hábitos futbolísticos de los más jóvenes. Ya no es necesario limpiar el barro de las botas ni tampoco curar con agua oxigenada las heridas en las rodillas provocadas por una caída sobre la dura piedra. Quitar el caucho de las botas es el único incordio en la actualidad. 

Los más jóvenes ya han nacido con campos de césped artificial de última generación por lo que nunca experimentarán el ambiente que se vivía en las viejas instalaciones: vestuarios pequeños, donde el frío te congelaba en invierno, y un terreno de juego de tierra, que se convertía en una tormenta de arena cuando soplaba el fuerte cierzo.

El paisaje futbolístico de Zaragoza ha sufrido una transformación completa en las últimas dos décadas, aunque todavía sobreviven algunos vestigios esparcidos por todo el callejero que permiten a los más nostálgicos retroceder a su juventud para recordar tiempos pasados. Actualmente, no hay ningún club de fútbol de Zaragoza capital que compita y entrene habitualmente en un campo de tierra. 

Campo de Miraflores

Al final del camino Miraflores, ya en la zona sin asfaltar a escasos metros de la Z-30 y del actual sede de la Unión Deportiva San José se encuentra el antiguo campo del Arenas Sociedad Deportiva, uno de los clubes más longevos del fútbol regional aragonés, que llegó a enfrentarse al Real Zaragoza en cinco ocasiones. Desde su salida del barrio de San José, el equipo fue vagando por diferentes estadios de la ciudad hasta que compitió por última vez en Tercera Regional la temporada 19-20, interrumpida a mitad por la pandemia, en el campo del Peñaflor.

A simple vista desde la reja que impide la entrada al recinto, los matorrales han invadido por completo el terreno de juego en el que solo se atisba una vida futbolística anterior gracias a las dos porterías que todavía se mantienen en pie.

Los matorrales han invadido por completo el campo del Miraflores

Los matorrales han invadido por completo el campo del Miraflores / J.C.G

El Rabal viejo

El nacimiento de La Unión en 2008 tras la fusión de la Agrupación Deportiva Vadorrey con la Unión Deportiva La Jota provocó que se abandonasen las instalaciones viejas de El Rabal, situadas justo enfrente del recinto moderno en la calle Jesús Burriel.

La modesta sede del Vadorrey todavía permanece intacta. El terreno de juego, con más hierba que tierra, sigue contando con las dos porterías, las redes para evitar que los balones se escapen al parque y la zona de vestuarios continúa en pie con una buena apariencia.

Estado actual del campo de fútbol del Viejo El Rabal, antigua sede del AD Vadorrey

Estado actual del campo de fútbol del Viejo El Rabal, antigua sede del AD Vadorrey / J.C

Entrerríos

Este terreno de juego, situado en el camino de El Vado justo al lado de la Z-30 perteneció en un pasado no muy lejano al Real Zaragoza, que más tarde se lo cedió para su gestión al Ayuntamiento de Zaragoza.

La desaparición de la UD La Jota provocó que las instalaciones cercanas al río Gállego quedasen completamente abandonados por su mal estado hasta que la Unión Deportiva Latinoamericana las han recuperado para crear sus propias competiciones, que reúnen una multitud cada fin de semana. 

El campo de Entrerríos todavía acoge partidos de fútbol los fines de semana

El campo de Entrerríos todavía acoge partidos de fútbol los fines de semana / J. C. G.

Joaquín González 3

Dos equipos con muy poca historia como el Rayo Las Fuentes o el Limaisa se convirtieron en los últimos inquilinos en competición oficial hace ya más de una década del “patito feo” de las excelentes instalaciones de Torrerramona, gestionadas por el Santo Domingo Juventud.

El Joaquín González 3 ha observado resignado la evolución de sus dos hermanos mientras él se quedaba intacto y los niños dejaban de jugar en tierra. El terreno de juego mantiene todos los elementos básicos para la disputa de un partido, aunque la hierba haya florecido en la portería más cercana al Tercer Cinturón.

El Joaquín González 3 continúa siendo de tierra y ya no se disputan partidos oficiales en él

El Joaquín González 3 continúa siendo de tierra y ya no se disputan partidos oficiales en él / J.C

CMF Nuevo Pinares

Junto a las tapias del cementerio de Torrero y a escasos metros de la Z-30, se alza entre los pinares el antiguo campo de la UD Montecarlo, que quedó abandonado cuando el club se mudó a su actual ubicación en el barrio de La Paz.  

Fue en 2002 cuando la Asociación de Deportistas Ecuatorianos rescató del olvido este terreno de juego para organizar su propia competición que ha ido creciendo con el paso de los años agolpando centenas de personas cada fin de semana. La instalación, reconocida por la Federación Aragonesa de Fútbol como CMF Nuevo Pinares, cuenta con dos campos de fútbol de tierra bien cuidada, banquillos y vestuarios.

Uno de los dos campos del CMF Nuevo Pinares, donde se celebran partidos los fines de semana

Uno de los dos campos del CMF Nuevo Pinares, donde se celebran partidos los fines de semana / J.C.G.

La Camisera

Poco o nada queda del antiguo campo del CD Oliver, eclipsado por las modernas instalaciones de la Nueva Camisera. La grada, las porterías y los vestuarios no han podido vencer la dura batalla contra el tiempo de la que únicamente sobrevivieron los focos. 

Los vecinos del barrio intentaron sin éxito recuperar el viejo campo para que se convirtiese en un espacio deportivo abierto y gratuito. Un hueco en la tapia de la calle Alberto Magno permite a cualquier ciudadano entrar en la instalación y observar como la naturaleza ha dejado casi intacta la zona donde antes se encontraba el terreno de juego.

La Camisera se ha convertido en un pequeño vertedero y solo quedan de pie los focos

La Vieja Camisera se ha convertido en un pequeño vertedero y solo quedan de pie los focos / J.C.G.

Campo de Miralbueno

Hace ya más de una década que la Unión Deportiva Amistad decidió trasladarse del degradado campo de Miralbueno, su casa desde los 80, hasta Juslibol dejando atrás un terreno de juego donde se habían formado algunos de los mejores futbolistas de Aragón.

Las instalaciones, propiedad de la Federación Española de Fútbol, están cerradas a cal y canto, pero todavía se mantienen en pie con algunos detalles de su pasado como las taquillas, el nombre del campo y el escudo del Amistad. Desde la Z-40 se puede observar como matorrales de grandes dimensiones han crecido en la dura tierra que caracterizaba este terreno de juego.

Entrada al campo de Miralbueno, que fue la sede de la UD Amistad

Entrada al campo de Miralbueno, que fue la sede de la UD Amistad / J.C.G.