La montaña en Aragón | Elena Quispe y Cecilia Llusco Las Cholitas. Escaladoras aymaras bolivianas

"Nos decían que si subíamos a las montañas dejaría de nevar"

Indígenas orgullosas y mujeres soñadoras y bravas, ‘Las Cholitas’, escaladoras aymaras bolivianas, rompen clichés ascendiendo cimas andinas de más de 6.000 metros vestidas con sus tradicionales polleras

Elena Quispe incorporó el cachirulo a su traje aymara frente al Pilar.

Elena Quispe incorporó el cachirulo a su traje aymara frente al Pilar. / DELEGACIÓN ZARAGOZA ENTRECULTURAS

Sergio Ruiz Antorán

Sergio Ruiz Antorán

Acaban una gira de casi veinte días con su famoso documental llenando salas. ¿Les sorprende ser tan admiradas en España?

(E.Q.) En 2019 vinimos las cinco protagonistas y estuvimos en Bilbao en el estreno. Luego yo y una compañera regresamos a Madrid en 2020, pero tuvimos que retornar rápidamente por la pandemia. Ha sido una experiencia muy bonita con visitas a diferentes ciudades. Nos sorprende cuánta gente se acerca a los cines a vernos. Hasta en algunos sitios se rebasó el aforo, hubo algunos que se quedaron fuera. Hay muchos que quieren conocer nuestra historia, preguntarnos, saber cómo ha empezado todo o cómo logramos llegar a casi 7.000 metros y tomarse una foto. Lo hemos pasado súper bien. Los españoles son muy amables.

Una de sus paradas con llenazo fue Zaragoza. ¡Incluso les llevaron a ver la final de la Copa de la Reina!

(C. LL.) Fue una sorpresa. En Bolivia nunca habíamos estado en un partido de mujeres y en un estadio con tanto público. Ha sido una alegría muy grande que nos llevamos. Estábamos muy sorprendidas por la calidad del juego y por el ambiente, por todos los aficionados que había viendo a las chicas.

Porque ‘Las Cholitas’ también son futbolistas de altura. Han jugado por encima de 5.000 metros.

Amamos el deporte como amamos las montañas. Nosotras entrenamos bastante y a veces nos llevamos una pelota. Utilizamos el fútbol para prepararnos para escalar. Además, nos da esa alegría de poder compartir algo juntas. Es increíble y bonito, especial, poder jugar un partido a más de 5.000 metros, a tanta altura, con esos paisajes.

¿Les gustaría conocer los Pirineos y conquistar sus cumbres?

Para nosotras sería un honor conocer los Pirineos. Siempre hemos soñado con subir montañas y nos apetecería hacerlo también en Europa. Siempre que venimos nos quedamos con las ganas de ir. Este año nos han dicho que ha nevado poquito. Cerca de Pamplona subimos una montaña chiquita con el cámara de altura que estuvo con nosotras en el Aconcagua.

Elena y Cecilia, el pasado sábado en La Romareda, donde presenciaron por primera vez un partido de fútbol femenino.

Elena y Cecilia, el pasado sábado en La Romareda, donde presenciaron por primera vez un partido de fútbol femenino. / DELEGACIÓN ZARAGOZA ENTRECULTURAS

Hablando del Aconcagua, este año un grupo de Montañeras Adebán, club aragonés, con mujeres de más de 50 años, logró subirlo.

Escuché noticias sobre esta expedición. Es una felicidad que hayan podido llegar. La montaña siempre recibe a todos con los brazos abiertos, sin importarle la edad ni el género. Me siento feliz y orgullosa de ver que las mujeres suben a las cumbres más altas, que haya mujeres que también han ascendido a los 14 ochomiles. Por eso nos gustaría poder conocer a Edurne Pasaban y darle un abrazo.

¿Qué es para ustedes ser mujeres aymara? ¿Qué significa?

(E.Q.) Ser una mujer aymara representa mucho para nosotras. Nos sentimos orgullosas de pertenecer a esta comunidad indígena andina y de poder representar a todas ellas, a todas las cholas, como nos dicen en nuestro país. No nos avergonzamos de dónde venimos ni de dónde hemos crecido. Por eso nos sentimos orgullosas de lucir nuestras vestimentas tradicionales, de venir a España y pasearnos con nuestros trajes de colores o escalar con ellos. Para nosotras no es un impedimento, todo lo contrario, es un orgullo de nuestra identidad.

Las dos escaladoras, en el Centro Pignatelli de Zaragoza.

Las dos escaladoras, en el Centro Pignatelli de Zaragoza. / DELEGACIÓN ZARAGOZA ENTRECULTURAS

Conocemos el impacto de su documental en España. ¿Qué trascendencia ha tenido en Bolivia?

En Bolivia nos dicen que somos un orgullo porque hemos mostrado cómo enfrentarse a muchas cosas, a la doble desigualdad como mujeres y como indígenas, superando todos los obstáculos que había en el camino. Nos sentimos felices y orgullosas de representar a todas las mujeres aymaras. Antes era imposible ver a una aymara parlamentaria, en los medios de comunicación o escaladoras como ocurre ahora. Demostramos que las mujeres no tenemos límites, que hacemos lo que queremos, que hemos encontrado esa libertad que, para nosotras, se encuentra en la pasión de subir montañas.

Todo empezó el 17 de diciembre de 2015.

(C.LL.) Cada una de ‘Las Cholitas’ tenía el sueño de escalar una montaña desde niña. Yo recuerdo llegar a los pies del Huayna Potosi con sólo ocho años y tener ese pensamiento, que un día quería llegar hasta arriba vistiendo mi pollera. Muchas teníamos relación con el turismo de montañas, éramos porteadoras o cocineras, una vida dura. Existía el tabú de no dejar que las mujeres subiéramos, incluso nos decían que iba a traer mala suerte, que dejaría de nevar si lo hacíamos. Pero nosotras nos tapamos las orejas y seguimos hacia delante, sabíamos que nada era imposible, que no nos iban a parar. Mi amiga Lidia y yo empezamos a hablar con otras mujeres y ese día subimos once al Potosi. Luego hemos alcanzado ocho cimas de más de 6.000 metros, incluido el Aconcagua donde se grabó el documental que nos ha traído hasta aquí. 

Ahora no solo suben sino que suben a otros. Son las guías.

Después de la película cada una de ‘Las Cholitas’ nos dedicamos a guiar ‘trekkings’ de montaña. Yo me formé, hice cursos básicos de guiaje y de primeros auxilios. No somos guías de alta montaña, no podemos llevar a grupos por vías técnicas, pero sí por las ‘normales’. Yo trabajo en Bolivia y también he ido a Perú. Nosotras también queríamos demostrar que las mujeres podemos trabajar en las mismas actividades que los varones. 

¿Cómo ha cambiado su vida?

En la libertad de expresarnos. Y en viajar. Antes éramos las que nos quedábamos en casa. Eso ya no es así, como en el reparto de los trabajos. Ahora podemos salir y hacer nuestras actividades. Nos estamos liberando. Se están creando clubs de mujeres, en la montaña y en el fútbol, por ejemplo. No es solo cosa de ‘Las Cholitas’. Tenemos un presidente en Bolivia, Hugo Morales, que es indígena, y ha apoyado esta transformación.

"Llegar a la cima es un sentimiento de libertad absoluto, como si estuvieras volando entre las nubes"

Su sueño es el Everest.

(E.Q.) Es el proyecto más grande que tenemos. Las Cholitas siempre hemos sido soñadoras y el Everest es el sueño más grande. No es nada fácil, porque se necesita mucho dinero para ir. Si Dios quiere podremos viajar en 2025. Somos mujeres, sabemos que tenemos que seguir luchando, que no será fácil, pero no vamos a rendirnos hasta llegar a la montaña más alta del mundo. Queremos ir al Himalaya también para conocer a las sherpas, sus culturas y transmitirles la nuestra, porque son mujeres indígenas, como nosotras, que viven en las montañas. Será una bonita convivencia.

Su lema es ‘¡Querer es poder!’

Es un mensaje para todas las mujeres, para que no se rindan, a pesar de todo. Llevamos ese mensaje a todas las montañas: Alto a la violencia contra las mujeres y contra los feminicidios. Hay que seguir luchando, como nosotras luchamos por seguir subiendo montañas ¡Querer es poder!

¿Qué sienten en cada cima?

(E.Q.) Es todo, es un sentimiento de libertad absoluto, como si estuvieras volando entre las nubes.

(C.LL.) Una pasión. Sientes como si pudieras tocar el cielo. 

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