El secretario general de UGT, Cándido Méndez, lamentó ayer el "giro radical" de la política económica y social del Ejecutivo socialista en estos meses y pronosticó que, "si el Gobierno no corrige los profundos errores que está cometiendo", 2011 será un año "duro". En una entrevista a Europa Press, el líder sindical hizo balance del 2010 en materia de reforma laboral, negociación colectiva y reforma de pensiones, y calificó al pasado ejercicio de "muy negativo y duro para los trabajadores y la inmensa mayoría de la sociedad".

"Sobre esta situación, que tiene una directa relación con la crisis económica, el año ha tenido como impronta el giro radical de la política económica social del Gobierno, que ha tomado medidas muy injustas, inútiles, como es la imposición de la reforma laboral", afirmó. Méndez ve preciso un cambio de políticas económicas gubernamentales. Si no es así, aumentará el paro y el crecimiento económico será débil, vaticinó.

Asimismo, señaló que si en España es necesaria una reforma urgente, esa es la del sistema energético. "El Gobierno pretende subir el precio de la luz con un nivel en una cuantía que va a significar un golpe muy duro a las economías ya débiles de millones de familias españolas, pymes y autónomos", sentenció. Por otra parte, aseguró que las confederaciones sindicales de clase como UGT y CCOO son las organizaciones que "con mayor ahínco y sin ningún tipo de dependencia", salvo la defensa de los intereses de los trabajadores, están intentando que "los sacrificios de la crisis se repartan de manera más equilibrada".