Los bancos acreedores y el consorcio constituido por Damm y Luxempart aseguran una aportación de 150 millones de euros en capital y nueva financiación para que pueda llevarse a cabo la reestructuración de Pescanova, según el plan de viabilidad remitido al Juzgado Mercantil número 1 de Pontevedra y a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

El plan propone diferentes opciones de quita --en función de si se capitaliza o no la deuda de la banca-- pero en síntesis supone que la banca aceptará una quita de dos terceras partes de la deuda, es decir unos 2.000 millones de euros. Pescanova segregará activos y pasivos a favor de una nueva sociedad: Nueva Pescanova, que tendrá la totalidad del pasivo postconcursal. Pescanova conservará como único activo un 4,99% de la nueva sociedad.

La nueva sociedad contará con un capital de 72,2 millones de euros, de los cuales, un 34% será suscrito por los acreedores bancarios. El consorcio suscribirá un 30% del capital y se ofrecerá un 30,4% a los accionsitas de Pescanova distintos de los miembros del consorcio y el 4,99% lo suscribirá Pescanova. Fuentes financieras explican, sin embargo, que es previsible que los accionistas a los que se les ofrece el 30,4% no suscriban su parte en el capital, con lo que suparte en el capital se limitará al 4,99 de pescanova. El capital no suscrito deberá distribuirse entre los bancos y el consorcio y en función de qué parte asuma cada uno, se decantará el control de la sociedad. Es previsible, que sean los bancos quienes finalmente obtengan la mayoría.

El acuerdo, además, implica que Nueva Pescanova recibirá nueva financiación por importe de 112,5 millones de euros para cubrir las encesidades de su negocio tras la reestructuración, que será financiada, al menos, en un 30% por el consorcio y en un 70% por los acreedores.