La pandemia ha generado una crisis económica sin precedentes y con ella ha parado proyectos en marcha y frenado inversiones futuras, al menos hasta que comience el reparto de los fondos europeos para la recuperación. Pero hay empresas que deciden apostar por su futuro económico sin esperar a estas ayudas públicas, mediante el uso de sus fondos propios. Es el caso de Ariño Duglass, una compañía aragonesa líder en el sector del vidrio nacional y en el extranjero, que mantiene su apuesta por las inversiones internacionales a pesar de la difícil situación económica que atraviesa el sector.

33 Representación gráfica del proyecto Air Promenade de Niza (Francia) en el que trabaja Ariño Duglass. | SERVICIO ESPECIAL

«Seguimos haciendo inversiones sin esperar a los fondos europeos, nuestro proyecto de crecimiento es cierto que va muy anclado a esas ayudas y nos permitirá dar el salto cualitativo generando 80 puestos de trabajo, pero no esperamos y por eso el horno lo hemos adelantado», explica el director general de Ariño Duglass, Raimundo García. Ese horno forma parte de un proyecto de modernización de la planta, ubicada en La Puebla de Alfindén, que permitirá dotarla de tecnología puntera. Se trata de un máquina destinada al templado de vidrio que elevará la capacidad de fabricación de 160.000 a 400.000 metros cuadrados. El aparato, de grandes dimensiones, se encuentra ya instalado y produciendo, aunque en periodo de pruebas. Fue adquirido a una empresa finlandesa que supervisó en todo momento que el montaje se realizase de la mejor manera.

La inversión en la planta no queda ahí. Según informa el director general de la empresa, han adquirido recientemente una máquina láser «para facilitar la permeabilidad de las ondas de los móviles a través de los vidrios», con una inversión de un millón de euros. «Es una tecnología muy puntera en colaboración con la universidad que está teniendo mucho éxito en el sector del vidrio europeo. Llevar a cabo esa inversión nos va a apuntalar como líderes en este sector», enfatiza García.

Ariño Duglass asegura estar «apostando por el futuro» pero reconoce que los fondos de reactivación económica que lleguen desde la Unión Europea serán un aliciente más para dejar atrás este año fatídico para el tejido empresarial aragonés. La empresa vidriera opta a estas ayudas con un plan de transformación de la compañía por valor de 14,5 millones de euros con el que prevén generar 100 nuevos puestos de trabajo.

Sin recurrir a los ertes

Ariño se convirtió en la única empresa del sector del vidrio en España que no tuvo que recurrir a la aplicación de expedientes de regulación temporal de empleo (ertes) y que no cesó en ningún momento su actividad durante la pandemia. Eso sí, las consecuencias de la crisis empiezan a notarse. «Nosotros estamos bien. El proceso de recuperación no ha ido mal como otros sectores pero ahora nos encontramos con las consecuencias de la pandemia y la subida espectacular de las materias primas, que hace que tengamos que tener más preocupación», expresa Raimundo García.

Entre otras razones, la actividad de esta empresa aragonesa no para y cada vez suma más proyectos nacionales e internacionales que cuentan con sus servicios y productos. Actualmente, tiene en la cartera de pedidos la fabricación del vidrio para 29 trenes CAF de Australia, o el suministro de lunas para 23 convoyes Talgo de larga distancia, ampliables a 100 unidades, de la compañía Deutsche Bahn (BD) en Alemania.

Ariño Duglass también presenta interesantes proyectos en el sector de la construcción. El de mayor valor es el proyecto Oficinas Aspire, un bloque de despachos que estará ubicado en Bristol, en el Reino Unido, para lo que se necesitará una producción de vidrio valorada en un millón de euros. El segundo de los trabajos es el del Proyecto Air Promenade, de Niza (Francia). Un complejo que contará con un centro comercial, oficinas, un hotel y otros usos, en el aeropuerto de la ciudad francesa por valor de 900.000 euros.

Otros proyectos relevantes, según la empresa, están en Suiza, Bélgica, Estados Unidos y Holanda, así como el Bac Metro Plaza (centro comercial y oficinas), en Santo Domingo (República Dominicana), con una demanda de vidrio de 500.000 euros. En España, tiene en cartera el Mirasierra Business Park de Madrid, un bloque de oficinas con una inversión de unos 600.000 euros.