La compañía afincada en San Mateo de Gállego que experimentó un crecimiento exponencial gracias a sus pruebas de diagnóstico prepara su nuevo salto: la investigación en lípidos para desarrollar tecnología con ARN mensajero. Su facturación se disparó de los 17 millones de 2019 a los 173 millones de 2020 gracias a su control total de la cadena de suministro cuando el estoc mundial estaba roto