Gonzalo Bernardos estalla ante la realidad de la vivienda en las grandes ciudades de España

El economista lanzó un dardo a la Administración Pública y otro a los alquilados por aceptar las tristes condiciones de algunos pisos

Gonzalo Bernardos en un programa de LaSexta hablando de vivienda

Gonzalo Bernardos en un programa de LaSexta hablando de vivienda / LASEXTA

El acceso a la vivienda en España en las grandes ciudades es uno de los problemas a atajar en los próximos años, aunque se sigue considerando una verdadera utopía para las instituciones. Nadie es capaz de frenar una sangría en auge que ahoga a todas aquellas personas que no tienen una vivienda en propiedad.

La falta de oferta de pisos en alquiler ha provocado que los precios hayan subido considerablemente en ciudades muy turísticas como Barcelona o Madrid. Los propietarios se aprovechan en ocasiones de las necesidades del personal que se desplaza hasta la ciudad a estudiar o trabajar en busca de una mejor vida y les obligan a pagar un alquiler casi inasumible para sus posibilidades económicas.

Uno de los especialistas en la materia económica como Gonzalo Bernardos no pudo aguantar la situación descrita por una joven trabajadora que reside en Madrid. Claudia mostró a través de redes sociales la buhardilla del barrio de Lavapiés en Madrid donde vive pagando un alquiler de 500 euros al mes. Además, la joven reside en este espacio de tan solo 15 metros cuadrados desde hace cuatro años porque no encuentra otra casa que se ajuste a sus rendimientos económicos siendo que cobra 23.000 euros al año.

"La Administración Pública debería impedir que estos zulos sean considerados pisos. Creo que lo impide en algunos casos, me gustaría saber cuántos de estos espacios tienen célula de habitibilidad", analizó Bernardos en el plató de LaSexta Noche. Claudia quiso dar más detalles sobre su propia situación haciéndola pública para toda España. "Esto ya pasó hace unos años cuando yo lo alquilé y nadie me ha impedido alquilarlo porque se está alquilando una buhardilla más pequeña por 1.200 euros. Nadie lo está limitando. A mí me hicieron un contrato, lo único que me ha interesado es tener un techo para vivir y no tener que dormir en la calle. No me puedo permitir otra cosa"

Por último, Bernardos quiso zanjar el tema lanzando un nuevo dardo también a todos aquellos alquilados que aceptan las tristes condiciones que ofrecen los propietarios. "La cuestión está en si está considerado como un piso o no por lo que debe de tener célula de habitabilidad. Contrato te lo pueden hacer como local de negocio o incluso de almacén. Hay personas que aceptan este tipo de zulos, si este tipo de 'piso' está a 40 kilómetros de Madrid no está ni en el mercado", concluye.