Los escarceos con Maikel Mesa y un verano de alta tensión en el Zaragoza

En medio de una temporada absolutamente calamitosa para el Real Zaragoza hay un futbolista que ha estado por encima del resto, también del nivel del equipo y cuya figura se ha revalorizado a fuerza de completar buenos partidos individuales en medio de una mala campaña colectiva. Sin duda, Alejandro Francés es el MVP de esta Liga para el olvido. El central ya estaba en la plantilla el verano pasado. De entre los que llegaron, aquella ilustre colección de jugadores que despertó una ilusión impresionante en la ciudad, pocos han salvado el pellejo.

El que más ha sobresalido ha sido Maikel Mesa, que ha justificado sobradamente su fichaje y ha estado a la altura de lo que se esperaba. Juan Carlos Cordero lo firmó después de destacar en el Albacete con ocho tantos y un muy buen año ha hecho también en el Real Zaragoza en un contexto totalmente opuesto y mucho más complejo y hostil. El canario ha batido su récord goleador en el fútbol profesional con once tantos.

Además, ha dado una asistencia, lo de menos para un jugador que vive del primer golpeo, un cazagoles en llegada que suele parecer ausente, pero que aparece de entre la nada para dejar su firma. Titular indiscutible, su participación en los goles asciende al 32%. Muy cerca de los 33 años sabe perfectamente cuáles son sus virtudes y cómo y cuándo explotarlas. La SAD lo firmó hasta junio de 2025. Es uno de los pocos jugadores que se han revalorizado en esta campaña catastrófica.

La condena de la salvación

Desde hace unos meses el Tenerife tiene la mirada fija en los huesos de Maikel y un objetivo, que regrese a la isla. Los escarceos con Mesa son el pistoletazo de salida a un mercado de verano que será de alta tensión para el Real Zaragoza y que, por ahora, está viviendo al ralentí condicionado por la tardanza en confirmar la continuidad en Segunda.

Una vez que el equipo lo consiga (este fin de semana tiene otra opción de hacerlo), se activará el futuro, con Víctor Fernández y Juan Carlos Cordero en el punto de mira. A partir de ahí empezarán a encajar el resto de fichas y a activarse el carrusel de movimientos. La plantilla sufrirá una gran remodelación. Hay siete futbolistas cedidos (Mouriño, Mollejo, Valera, Vallejo, Badía, Zedadka y Guti), Gámez acaba contrato en junio y varios hombres importantes lo hacen en 2025, especialmente Francés, Azón y Francho, que serán protagonistas del mercado, especialmente el central.

La temporada ha sido tan decepcionante que muchos jugadores con contrato en vigor han quedado marcados, sobre todo Bakis (hasta 2026 con un sueldo muy elevado), Poussin (2026), Sergi Enrich (2025) y Rebollo (2025). Otros que parecían sólidos han visto como el suelo temblaba bajo sus pies y han flaqueado: la temporada de Jair ha sido muy floja y Lluís López ha jugado poco y cuando ha hecho acto de presencia se ha mostrado irregular.

Cristian Álvarez se ha pasado más de media Liga lesionado y cumplirá 39 años en noviembre. Su voluntad es seguir al pie de este cañón. El Zaragoza tendrá que tener otro portero de su altura por la edad del argentino. Toni Moya y Marc Aguado se han entonado con la primavera pero no han llegado a sus máximos. Volverá, por cierto, Sabin Merino, firmado hasta 2025. Y Bermejo. Por delante empezará pronto a dibujarse un verano agitado para construir un nuevo proyecto, en el que el club tendrá que haber aprendido decenas de lecciones de estos dos últimos años y que será de ascenso porque la potencia económica de la SAD y el límite salarial lo colocarán entre los aspirantes.