El poder del triple impacto: economía, sociedad y medioambiente

Tras la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, por Naciones Unidas en 2015, la sociedad se ha dado cuenta de la necesidad, cada vez mayor, de cambiar la forma en la que se produce y se consume, hacia modelos más sostenibles.

De esta forma las empresas de triple impacto se convierten en potentes palancas de cambio y de mejora. Sin embargo, la sostenibilidad solo es posible, si además de estar impulsada por aspectos como la creatividad y la tecnología, tiene el propósito de promover el cuidado a las personas y el medioambiente, y además generar riqueza.

Economía de triple impacto

Desde hace tiempo se está implantando en el ecosistema empresarial una idea: que un modelo diferente es posible. Es un nuevo enfoque dentro del marco de una economía más sostenible, basado en el llamado triple impacto y que busca cuidar de tres aspectos económico, social y medioambiental.

Entre los retos globales de cambio, la transición energética se sitúa como uno de los principales desafíos, pero también uno de los motores de cambio hacia la economía sostenible, ya que fomenta nuevas oportunidades para el desarrollo de una economía más inclusiva, justa, humana, eficiente y respetuosa.

Y para promover esta nueva economía de triple impacto entidades como Fundación Repsol llevan apostando desde 2019 por una estrategia pionera, invirtiendo y apoyando proyectos empresariales en el ámbito de la Transición energética en los que no solo tienen en cuenta el efecto económico, también el social y el medioambiental.

Así, en el aspecto económico, entendido no solo en el marco de la viabilidad de las empresas, en este caso va más allá, y se centra también en dinamizar la economía de las localidades en las que desarrollan su actividad. El social está orientado a favorecer la formación y la empleabilidad, así como la generación de empleo local e inclusivo de colectivos vulnerables. Y el tercer aspecto, el medioambiental, pone el foco en mejorar el entorno, proteger los recursos naturales y reducir la huella de carbono de la actividad empresarial e incluso retiran CO₂ de la atmósfera.

Proyectos con triple propósito

En la actualidad Fundación Repsol apoya a cinco empresas que representan la esencia del triple impacto en España. Una de ellas es Grupo Sylvestris que, junto a la entidad, ha creado el proyecto Motor Verde cuyo objetivo es reforestar 70.000 hectáreas de bosques en los próximos años.

Esto ha permitido desde 2022 realizar reforestaciones en Asturias, Extremadura, Castilla y León, Galicia y Madrid que absorberán más de 1.500.000 toneladas de CO₂ y crear más de 1.400 oportunidades de empleo local e inclusivo y la formación de 250 personas para mejorar su empleabilidad en el entorno de las reforestaciones.

En cuanto al impulso de la movilidad sostenible, destaca KOIKI, una empresa dedicada al reparto sostenible de paquetería en la última milla y que realizan sus entregan a pie, en bicicletas adaptadas o en vehículos eléctricos. KOIKI genera oportunidades de empleo entre colectivos vulnerables, beneficiando a más de 200 personas, a través de los más de 60 centros de cercanía con los que cuenta, situados en puntos estratégicos en ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao, Zaragoza, A Coruña o Málaga.

Otra de las empresas que reflejan el espíritu del triple impacto para Fundación Repsol, es Hispaled, una empresa española que se dedica al diseño y fabricación nacional de sistemas de alumbrado LED, que apuesta por la inclusión laboral de jóvenes en situación de vulnerabilidad. Ofrece a estos jóvenes, no solo un empleo, también una formación especializada en un sector tan especializado como el de la iluminación led, que aportan un ahorro a consumidores y empresas, y reducen la emisión a la atmósfera de miles de toneladas de CO₂ gracias a sistemas de alumbrado más eficientes.

Para Fundación Repsol invertir en estas empresas y ayudarlas para que sigan creciendo, supone impulsar una sociedad más inclusiva, humana y respetuosa con el medio ambiente.