Tener relaciones sin preservativo es la principal vía de contagio de las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Aunque durante la década de los 90 hubo un descenso del número de contagios de estas infecciones, también denominadas enfermedades venéreas, desde el año 2015 se ha detectado un aumento de los casos, sobre todo en gente joven, que cada vez se inicia antes en el sexo pero tiene una menor información sobre el tema, según indican los expertos.

«Estas enfermedades no son mortales pero pueden causar graves problemas de salud, como infertilidad», explica Juan Ramón Barrios, director de Omsida, una organización que se dedica a concienciar sobre una de estas enfermedades, el virus VIH, causante del Sida.

«Nos encontramos jóvenes de 20 años que nunca han oído hablar del VIH», afirma Barrios, que asegura que hoy en día «se ha perdido el miedo» a esta enfermedad que causó estragos en la población en los años 80 y 90 del siglo pasado y que celebra su día mundial el 1 de diciembre.

Juan Ramón Barrios, de Omsida, asociación que presta información, ayuda y asesoramiento sobre esta enfermedad. NURIA SOLER

Desde que se descubriera su existencia, en la década de los 80, el Sida ha dejado más de 70 millones de personas afectadas, de las cuales 40 millones han muerto. Gracias a la eficacia de los tratamientos, el Sida no es hoy una enfermedad mortal como era antes pero sigue estando presente en la sociedad y el número de casos va en aumento.

La amenaza del VIH

En lo que va de año se han realizado en Omsida Zaragoza cerca de 600 pruebas del virus VIH, de las cuales 18 han dado positivo. En el 2018 fueron 11 los casos detectados en Zaragoza por esta organización. Para Barrios, es «alarmante» el número de personas que se están infectando así como su perfil, «la mayoría son chicos de poco menos de 20 años».

El VIH es un virus que afecta al sistema inmunológico que es el que nos defiende de cualquier enfermedad que podamos tener o adquirir. Sin un tratamiento adecuado, el virus se replica y es entonces cuando aparece la enfermedad del Sida (Síndrome de inmunodeficiencia adquirida), que puede causar la muerte. El tratamiento con medicamentos retrovirales impide que el VIH se propague y que se llegue a desarrollar la dolencia, por lo que los pacientes pueden llevar una vida normal.

El lazo rojo es el símbolo de la lucha mundial contra el sida, cuyo día internacional se celebra el 1 de diciembre. YVES HERMAN

Según el director de Omsida, detectar cuanto antes la presencia del virus en el organismo es lo más importante, ya que «lo peor del VIH es no saber que lo tienes», e indica que «el 18% de las personas que son portadoras del VIH no lo sabe, y una gran parte de las nuevas infecciones vienen de esas personas que desconocen su estado serológico».

Falta de información

Durante los años 80 y 90 del siglo XX se realizaron numerosas campañas para concienciar a la población, pero «hoy en día la enfermedad no es mortal y hay un tratamiento que lo evita», valora Barrios, que señala que «no hay información y no hay mensajes que lleguen a la población joven, que cree que el VIH es una cosa del pasado».

A diferencia de otras ETS, que se contagian con un simple roce con la zona afectada, el del VIH se produce cuando existe contacto directo entre los fluidos de la persona infectada y una herida abierta en la piel o las mucosas de la otra persona, por eso «nadie se puede contagiar por compartir toalla, un vaso o tocar a la persona infectada», aclara Barrios.

Los jóvenes tienen hoy más interacciones sexuales pero menos información sobre las ETS. ANGEL DÍAZ

Una solución 'redonda'

Una solución redonda para evitar el contagio del virus VIH y de otras ETS es el uso del preservativo en cualquier tipo de relación sexual, ya que «pensamos que el preservativo solo evita un embarazo no deseado, pero también previene del contagio de muchas enfermedades».

Según Barrios, el uso del preservativo está «en su expresión mínima» con datos que indican que solo entre el 20 y el 25% de los jóvenes lo usa en sus relaciones y «en la práctica sexual más frecuente, el sexo oral, apenas se utiliza».

Al mismo tiempo, se refiere a la educación afectivo sexual en los centros educativos, desde una edad temprana como «la piedra angular» para evitar el contagio de las infecciones venéreas.

Otras causas de riesgo

«El número de ETS se está disparando, multiplicando. Los jóvenes empiezan a tener relaciones sexuales mucho antes, pero no tienen información», asegura el especialista, que destaca que la edad de inicio en el sexo se sitúa sobre los 14 años.

Folletos con información sobre enfermedades de transmisión sexual y preservativos de una campaña de concienciación. NURIA SOLER

En el aumento de las ETS influyen también otros factores, como la mayor diversidad de nuestra sociedad -«hay más relaciones sexuales y menos tabú, pero no existe una buena educación sexual»-, o el consumo de alcohol y otras sustancias en los adolescentes, ya que «cuando bebemos nos desinhibimos, nos sentimos invulnerables y la percepción de riesgo se pierde», dice el experto.

Otra posible explicación es el auge de las aplicaciones de citas como Tinder, Grinder, Badoo, Meetic, etc. que han hecho que aumente «muchísimo» el número de contactos sexuales esporádicos, algo que para Barrios «no es que sea malo, pero tiene que haber precaución».

Ante cualquier práctica de riesgo y síntoma de que hemos podido infectarnos de una enfermedad venérea, el responsable de Omsida recomienda acudir al médico de atención primaria cuanto antes y «no dejarlo pasar» para evitar nuevos contagios.