La Real Academia de la Lengua define las humanidades como el «conjunto de disciplinas que giran en torno al ser humano». Podríamos añadir que promueven la reflexión sobre la complejidad de la cultura humana y sus consecuencias. En los últimos años, nuestra sociedad ha experimentado un desarrollo tecnológico espectacular. Además de los enormes beneficios que nos han traído las nuevas tecnologías, también han supuesto la aparición de una serie de peligros que amenazan a algunos de los fundamentos sobre los que se ha erigido la cultura occidental.

Los expertos ya han identificado algunas alteraciones cognitivas que experimentamos cuando cambiamos la lectura tradicional por las pantallas electrónicas, como la disminución de nuestra capacidad de concentración

Consecuencias del desarrollo tecnológico

Las grandes empresas tecnológicas compiten por captar nuestra atención, cada día dedicamos más tiempo a las aplicaciones que nos ofrecen, y corremos el riesgo de descuidar nuestros proyectos vitales por falta de reflexión. Las ‘fake news’ se han convertido en una seria amenaza para la estabilidad de las principales democracias del planeta. Muchos trabajadores han sufrido las consecuencias de la sustitución de la mano de obra por la robotización de sus puestos de trabajo. Y, en el terreno de las relaciones personales, las redes sociales fomentan un contacto virtual, frío y superficial, y obstaculizan la cercanía y la percepción de las emociones ajenas.

Todo parece indicar que avanzamos hacia sociedades más individualistas, alejadas de la cooperación y colaboración necesarias para seguir avanzando en el proyecto humano común. 

La importancia del humanismo

Numerosas razones ponen en valor el papel de las humanidades en la búsqueda de posibles soluciones a estas amenazas. Fomentan la capacidad crítica, y nos permiten analizar racionalmente la ingente cantidad de información a la que estamos expuestos en la actualidad. Enriquecen y facilitan la comunicación verbal y no verbal, lo que contribuye a estrechar los vínculos sociales. Transmiten conocimientos y valores que favorecen la comprensión del contexto histórico, y ofrecen una perspectiva que ayuda a interpretar el presente y a afrontar el futuro con seguridad y prudencia. 

Por otra parte, la comprensión de las diferentes culturas, sistemas de valores y concepciones del mundo, nos acerca al tan anhelado objetivo de alcanzar una ética universal. Asimismo, fomentan la cultura del debate y el intercambio racional de ideas, desde el respeto y la educación. Nos abastecen de referencias que profundizan en el conocimiento del ser humano y su dimensión espiritual. 

La mirada profunda y compleja que ofrecen promueve el entendimiento y la expresión de emociones inefables que habitan en el corazón de nuestra naturaleza común