Luces que iluminan todo a tu alrededor, el calor que necesitas para cocinar y mantener tu hogar caliente, el ordenador que empleas para estudiar o jugar con tus amigos... Un montón de herramientas, artilugios y dispositivos electrónicos que utilizamos a diario funcionan gracias a la electricidad. La luz alimenta nuestras casas y nuestra vida, es esa energía capaz de hacer brillar una bombilla o de mover los coches más eficientes

Pero darle al interruptor o encender cualquier electrodoméstico que tenemos en casa va camino de convertirse en un lujo. El precio de la luz se ha disparado en nuestro país en lo que va de año y está ya por las nubes. Cada día bate un nuevo récord y en estos momentos se sitúa cerca de los 300 euros el megavatio hora, siete veces más caro que hace seis meses.

La sociedad moderna no puede concebirse sin energía eléctrica y nuestra vidas dependen en gran medida de esta energía. Por eso el aumento del precio de la luz tiene consecuencias para los bolsillos de los consumidores y de los negocios que ven como su factura de la luz sube mes a mes como la espuma. 

La sociedad moderna no puede concebirse sin energía eléctrica y nuestra vidas dependen en gran medida de esta

Según José María Yusta, profesor universitario y experto en mercado energético, esta escalada en el precio de la luz se debe a varios motivos, aunque el principal es el funcionamiento del sistema eléctrico en España, que se liberalizó en 1998 pasando «de un sistema donde unas pocas empresas realizaban de forma integrada todo el proceso, a otro con muchas más empresas que operan cada parte de forma independiente».

¿De dónde viene la electricidad?

Pulsar el interruptor de nuestras casas conlleva una serie de pasos que no son sencillos. La electricidad se crea en centrales capaces de obtener energía eléctrica a partir de energías primarias. Estas energías primarias pueden ser renovables (viento, sol, agua...) o no renovables (carbón, gas natural, petróleo...). Las empresas generadoras construyen centros de generación de energía y son propietarias de las llamadas centrales eléctricas

Molinos de un parque eólico donde se genera electricidad a partir de la energía del viento. ÁNGEL DE CASTRO

La electricidad generada en las centrales eléctricas se envía a los hogares a través de las líneas de alta tensión y las subestaciones. Allí existen otros elementos llamados transformadores que garantizan una tensión adecuada. Las empresas encargadas de que la electricidad llegue a correctamente a las casas y de solucionar las averías son las distribuidoras. Estas también son las propietarias del contador de la luz y de enviar las lecturas a las empresas comercializadoras (las que cobran la luz). 

La empresa comercializadora es la que compra la energía a las empresas que la generan y se la vende al consumidor

La empresa comercializadora es la que compra la energía a las empresas que la generan y se la venden al consumidor. Para ello ponen a disposición del cliente distintas tarifas y ofertas como las del móvil y el wifi. «En su factura, los consumidores españoles pagan por la luz que consumen, pero también los peajes por el acceso a la red y transporte de la luz desde las centrales hasta sus casas», explica Yusta. «El precio de la luz es más caro en España porque estos peajes son también más elevados».

¿Por que está tan cara la luz?

Por otra parte, para fijar el precio de la luz se realiza la subasta diaria de la Omie (Operador del Mercado Ibérico de Electricidad) donde las empresas comercializadoras les dicen a las generadoras cuánta electricidad necesitan para cubrir la demanda de los hogares y de la industria, y las empresas generadoras proporcionan la electricidad necesaria para cubrir esa demanda con las fuentes disponibles

Este sistema de subasta, dice Yusta, es el mismo que se utiliza en otros lugares de Europa pero «en España conduce a unos precios más elevados por la falta de interconexiones internacionales que hacen que los mercados eléctricos se comporten de manera más parecida».

El precio de la luz está disparada por el incremento en el precio del gas y de los impuestos por contaminar. EL PERIÓDICO

El precio final de la luz en la subasta viene condicionado por la energía primaria con la que se genera. Producir luz con energías renovables es mucho más barato que hacerlo con combustibles fósiles. En España más del 40% de la demanda actual de electricidad se cubre con energías renovables, pero para completar el 60% restante hay que recurrir a los combustibles fósiles y a la energía nuclear.

Hacer luz con gas natural es muy caro, y las empresas también pagan más por contaminar

Para el experto es ahí donde se dispara el coste de la luz. «Algunas empresas fabrican electricidad con gas natural y el precio del gas se ha multiplicado por cinco en los últimos seis meses». Además, las empresas que generan luz con combustibles fósiles pagan por contaminar y estos costes por las emisiones de dióxido de carbono también «se han triplicado». 

El precio final que marca la subasta eléctrica es el que se paga a toda la luz producida, aunque esta provenga de fuentes más baratas que no usan gas o no emiten gases contaminantes. Esto tiene como resultado los «elevadísimos» precios de la luz que se están viendo ahora, concluye el profesor. 

EL ORIGEN DE LA ENERGÍA ELÉCTRICA: HASTA UN 70% RENOVABLE PARA 2030

El Gobierno de España ha intentado amortiguar la subida de la luz bajando los impuestos que pagan los ciudadanos por tener luz en sus casas. Una medida que alivia el bolsillo pero no acaba con el problema de fondo: producir electricidad con combustibles fósiles sale muy caro

En nuestro país, la mayor parte de la electricidad (23%) se produce en centrales nucleares que si bien no contaminan generan residuos radioactivos que son muy peligrosos, por eso el gobierno quiere ir cerrando estas instalaciones poco a poco. Desde hace tiempo, nuestro país ha apostado por las energías renovables para producir electricidad en línea con el objetivo europeo de acabar con el carbón para 2050

Actualmente el 42% de la luz en España tiene origen renovable: eólica (22%), solar (8%) e hidroeléctrica (12%), y el objetivo es superar el 70% para 2030. España es una potencia en energías renovables, que resulta mucho más barata para hacer luz que los combustibles fósiles. En España, el 16% de la electricidad se produce con gas natural, el 2% con carbón y el 11% con cogeneración, que no es renovable pero ayuda a usar menos combustibles.