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Israel y Palestina, una paz lejana

El nuevo estallido de violencia en Oriente Próximo, tras el atentado terrorista de Hamás, amenaza con escalar hacia un nuevo nivel el conflicto internacional con consecuencias impredecibles

Una vivienda dañada por los bombardeos de Israel sobre la franja de Gaza la pasada semana.

Una vivienda dañada por los bombardeos de Israel sobre la franja de Gaza la pasada semana. / ABED RAHIM KHATIB / DPA

Laura Rabanaque

Laura Rabanaque

Más de 5.000 fallecidos y cerca de 200 civiles secuestrados es el balance de la nueva oleada de violencia en Oriente Próximo en el conflicto que mantienen Israel y Palestina, en este caso la organización Hamás, tras el atentado terrorista que tuvo lugar el 7 de octubre.

Todo comenzó a primera hora de la mañana cuando centenares de milicianos de Hamás irrumpieron en territorio israelí por tierra, mar y aire atacando por sorpresa a la población civil judía en localidades cercanas a la frontera con Gaza, entre ellos a centenares de jóvenes que asistían a un festival de música. 

El grupo armado asesinó a cerca de mil personas y tomó centenares de rehenes. Como respuesta, Israel empezó a bombardear la franja de Gaza y a su población de forma indiscriminada causando más de 4.000 muertes. 

Un conflicto que dura ya 75 años

Según el doctor en Paz y Seguridad Internacional y miembro del Seminario de Investigación para la Paz, Javier Jiménez Olmos, lo que estamos viendo estas semanas en esta zona del globo es la combinación de una espiral de violencia por una y ambas partes, que tiene su origen en el proceso de descolonización y que dura ya 75 años. 

Según este ex coronel del Ejército, "desde la resolución 181 de Naciones Unidas del año 1947 por la que se crean ambos estados, el de Israel y también el de Palestina, el estado de Israel a través de sucesivas guerras y con los colonos ha ido ganando cada vez más territorio a los palestinos del que inicialmente le concedió Naciones Unidas".

Actualmente, los palestinos cuentan solo con dos territorios. Uno de ellos es la franja de Gaza, de 40 kilómetros de largo por 10 de ancho para 2,3 millones de personas; y el otro Cisjordania, más amplio pero donde poco a poco los colonos judíos e israelíes se han ido apropiando de más terreno.

"Los palestinos que viven en la franja de Gaza no pueden entrar ni salir, y tienen restringida el agua, la electricidad y hasta los medicamentos de los hospitales. Si no fuera por la ayuda humanitaria, morirían", asegura el especialista. 

Manifestación a favor del pueblo palestino en Madrid la semana pasada.

Manifestación a favor del pueblo palestino en Madrid la semana pasada. / EUROPA PRESS

La diferencia entre Hamás y los palestinos

Todo ello ha producido el "hartazgo" de la población palestina, que ha llevado a un nuevo estallido de violencia en la zona con Hamás como actor principal. Y es que, recalca el experto, "aunque ningún acto de terrorismo se puede justificar, siempre hay que buscar las causas, el por qué pasa esto, para poder evitarlo".

Hamás es un partido político que ganó las elecciones y gobierna en Gaza desde 2006 y tiene una rama militar que es Al Qasam. Además, hay un segundo grupo armado en Gaza que es la Yihad Islámica. 

No obstante, "no todos los palestinos pertenecen a Hamás ni son terroristas". De hecho, como recuerda Jiménez Olmos, los palestinos que viven en Cisjordania, donde gobierna la Autoridad Nacional Palestina, están enfrentados con Hamás y llegaron e incluso a las armas hace unos años. 

Lo mismo ocurre en el lado de Israel. Justo antes de los ataques, el gobierno israelí estaba muy debilitado porque muchos de sus ciudadanos no están de acuerdo con la política contra los palestinos de los partidos extremistas en el gobierno. "Al final, todos son víctimas de las ramas más radicales de una parte y de otra".

El presidente de Isreal, Benjamin Netanyahu, y su homólogo estadounidense, John Biden, la semana pasada.

El presidente de Isreal, Benjamin Netanyahu, y su homólogo estadounidense, John Biden, la semana pasada. / EUROPA PRESS

Fanatismo por ambos lados

Según el experto en Paz y Seguridad internacional, aunque Israel tiene derecho a defenderse no puede lanzar un ataque contra toda la población de Gaza, lo que "podría ser considerado crímenes de guerra y un genocidio por el derecho internacional humanitario", como sucedió con la explosión en el hospital el martes pasado en la que murieron varios centenares de personas y cuyo origen todavía se investiga,

Hamás cuenta con el apoyo de países como Irán e Israel con el de Estados Unidos, cuyo presidente John Biden viajó la semana pasada a Israel para mostrar su apoyo a su homólogo israelí, Benjamín Netanyahu, y tratar de evitar que el conflicto escale hasta un nuevo nivel.

"Ningún tipo de violencia está justificada, por eso hay que poner en el mismo bando el terrorismo que practica Hamás y el terrorismo de estado que ha practicado Israel durante mucho tiempo"

Ante una paz que se antoja cada vez más lejana, los esfuerzos de la comunidad internacional se centran en establecer corredores humanitarios, es decir, vías de escape seguras para que la población de Gaza pueda abandonar la zona ante una posible ofensiva terrestre del ejército de Israel. 

"Nos encontramos ante fanatismos por ambas partes. Ningún tipo de violencia está justificada, por eso hay que poner en el mismo bando tanto el terrorismo que practica Hamás como el terrorismo de estado que ha practicado Israel durante mucho tiempo", asegura el doctor.

Para Javier Jiménez Olmos, la solución al conflicto pasa porque Israel se siente a la mesa con los palestinos para negociar la creación del estado palestino, tal y como se recoge en la resolución 181 de Naciones Unidas, y que ya está reconocido por algunos países, entre ellos España desde el año 2014.