Cita con las urnas | Álvaro Sanz Candidato de Izquierda Unida al Gobierno de Aragón

Álvaro Sanz (IU) "Al Gobierno de Lambán hay que darle la vuelta como a un calcetín"

Entrevista al candidato de IU al Gobierno de Aragón

Entrevista al candidato de IU al Gobierno de Aragón / ANGEL DE CASTRO

Su actividad ha sido frenética en esta legislatura: Ha protagonizado 1.124 intervenciones ante el pleno de las Cortes. La friolera de 71 horas y 35 minutos. ¿De verdad que le dan ganas de repetir? 

(Risas) Me dan ganas de no volver a protagonizar todas las intervenciones y por eso queremos tener grupo parlamentario y ser determinantes.

Son sus segundas elecciones autonómicas liderando la candidatura de IU-Aragón. ¿Qué sensaciones tiene?

Creo que es el momento de la valentía y de la audacia de la izquierda. Hay sectores que quieren que haya garantías de cambio. Creo que IU está en las mejores condiciones para poder afrontar ese reto. 

¿Cómo ve el mapa político tras el 28-M? El centro fragmentado. La nueva política (Ciudadanos y Podemos) en retroceso. Va a hacer falta más diálogo que en las elecciones de 2019 para gobernar Aragón. Y seguramente IU también va a participar en ese diálogo postelectoral.

Izquierda Unida ya estuvo hablando en la constitución de la gobernabilidad y en el apoyo a la investidura de Lambán en las últimas elecciones. Hemos participado siempre intentando buscar acuerdos por la izquierda. Estoy convencido de que en esta ocasión vamos a ser determinantes. Votar a IU también es restar capacidad a la derecha. Si somos imprescindibles, no vamos a permitir que haya un Gobierno que teóricamente sea progresista y que no avance en la misma dirección, como ha pasado en esta legislatura.    

¿Se imagina que es el diputado 34 y se ve abocado a entrar en un Gobierno de coalición liderado por Lambán en la próxima legislatura?

Nosotros nos presentamos para gobernar, no para que nos gobiernen. En ese sentido, no vamos a entrar a aceptar píldoras que se alejen de políticas progresistas. Somos de izquierdas y vamos a proponer políticas de izquierdas, y una agenda concreta con prioridades fundamentales. Nosotros arrojamos certezas. Decimos lo que vamos a hacer y lo hacemos. Somos de fiar porque somos coherentes y la ciudadanía necesita saber que alguien que le promete una cosa, luego lo va a cumplir y no lo vende una moto. 

Por tanto, Izquierda Unida está dispuesta a entrar en un Gobierno.

Insisto. Nos presentamos a estas elecciones para gobernar la comunidad.

¿Realmente, ve posible que Lambán se acerque el 29-M a Izquierda Unida antes que al PAR, por ejemplo, si con los dos le salen las cuentas para un hipotético Gobierno?

Creo que en ese momento habrá que poner la política en el centro y las necesidades de las personas. Si Javier Lambán comprende, por ejemplo, que hacen falta cambios profundos en la sanidad empezando por la Atención Primaria, podremos entendernos. Pero si seguimos apostando por la telemedicina, por las concertaciones y privatizaciones, no nos vamos a entender. Si Javier Lambán entiende que necesitamos políticas en materia de derechos sociales que garanticen la ampliación de las rentas, la prevención de la pobreza o las condiciones dignas de las personas que trabajan en las residencias o implementar un sistema público de cuidados a nuestros mayores, podemos hablar. Si sigue entiendo que bajar los impuestos al 99% de la población es de izquierdas, no se va a entender con IU, porque proponemos que pague más el que más tiene. Si considera que es bueno proteger el Pirineo y establecer una Ley del Paisaje y evite locuras como lo de Canal Roya, que lo ha parado la movilización social, se entenderá con IU, como también si hay que planificar las renovables e impulsar un servicio público de energía. O sea vamos a hablar de política.

Por tanto, quiere darle un giro radical al Gobierno de Lambán.

Exactamente, darle la vuelta como a un calcetín, porque para eso nos presentamos a las elecciones autonómicas del 28 de mayo. Todo esto que comento lo hemos defendido a lo largo de estos cuatro años en las Cortes. Queremos dar un cambio radical y porque ya es el momento. Izquierda Unida no comparte muchas cosas que se han hecho en esta legislatura pasada. Desde IU, tenemos muy claro que hay que evitar que gobierne la derecha en los próximos cuatro años, pero también nos oponemos a que se hagan políticas de derechas desde un Gobierno progresista.   

Tampoco en esta ocasión ha sido posible la unidad de la izquierda. ¿Cree que la derecha se estará frotando las manos?

Si la unidad de la izquierda no ha sido posible, el espectáculo de la derecha está siendo realmente bochornoso. A la vista de lo sucedido con las listas, desde luego que podemos dar por amortizado el pacto antitransfuguismo. Lo del PP no tiene nombre y tampoco lo de algunos dirigentes de Ciudadanos. En fin, tendremos que hacer una reflexión en lo que respecta a la política de fichajes en las candidaturas. A partir de ahí, lo que ha pasado en la izquierda es que no ha sido posible coincidir en un diagnóstico y en elaborar una propuesta previa a la contienda electoral. En cualquier caso tengo la certeza de que más pronto que tarde tiene que haber una alianza político programática que sea audaz. 

Izquierda Unida obtuvo 22.000 votos en 2019. Es la mitad de lo que consiguió Vox. ¿Le preocupa el ascenso de la extrema derecha?

Por supuesto. El ascenso de la extrema derecha me preocupa porque es un síntoma de que necesitamos aportar soluciones para reconstruir nuestra sociedad y, desde luego, para mí los principios básicos son la igualdad, la solidaridad, lo común, lo colectivo, frente al individualismo y el sálvese quien pueda, y la xenofobia o las políticas contra las mujeres y que niegan el cambio climático.

¿Cuál sería la primera medida de un consejero de IU en la DGA?

Hay muchísimas. Habría que trabajar de entrada en la reforma del sistema sanitario con la participación de la sociedad. Lo mismo pasa con la ley de la Función Pública o la atención al ciudadano, que está siendo maltratado de forma clara, de ventanilla en ventanilla. No puede ser que una persona que no tenga casa requiera de un informe de vulnerabilidad para obtener una vivienda y no se tenga claro que eso se tiene que hacer de forma urgente.