Ni cumplía con las normas de vuelo ni operaba en el sector asignado sólo con la finalidad de saludar a su madre desde el cielo. La temeraria imprudencia de un piloto militar de aviones, que ya había sido expedientado por el Ejército al protagonizar una situación similar hace siete años, acabó ayer con la vida de al menos una persona y con la suya propia al estrellar la nave contra una vivienda unifamiliar en pleno centro de Baeza (Jaén).

Todo apunta a que en el momento del siniestro una madre y su pequeño bebé, una niña de 8 meses, se encontraban en el interior de la casa. Los bomberos localizaron a última hora de la tarde entre los escombros restos humanos que, con toda probabilidad, corresponden a la mujer. A falta de practicar las pertinentes pruebas que confirmen este extremo, los servicios de rescate seguían afanándose a las diez de la noche en las labores de desescombro para dar con la niña.

Entre los vecinos del municipio era conocida la afición del militar a planear sobre el pueblo para saludar a su madre, que salía al balcón a recibirle. La amonestación que ya le habían impuesto no sirvió para hacer que desistiera de esta excesiva muestra de cariño familiar.

FUERA DEL SECTOR ASIGNADO El aparatoso siniestro se produjo alrededor de la una de la tarde. Fue entonces cuando el avión militar, un C-101, se desplomó sobre la casa. El piloto de la nave fue identificado por el ministro de Defensa, José Bono, como el capitán José Francisco Cabezas Torres, casado y con un hijo, destinado en la Academia General del Aire de San Javier (Murcia). Este modelo de avión se utiliza para vuelo de aprendizaje y acrobacias.

Bono viajó hasta Baeza para conocer de primera mano los acontecimientos y confirmó las irregularidades que rodeaban las circunstancias del vuelo. Aseguró que el piloto no cumplía las normas y que se encontraba fuera del sector que se le había asignado. "Esta situación es muy dolorosa, pero es lo que pasa cuando no se cumplen las normas del Ejército", manifestó con dureza el ministro, al tiempo que desvelaba que el militar ya había sido expedientado en 1998 por una situación parecida.

Bono declaró a los periodistas que el piloto "ha actuado de forma contraria a lo reglamentado", algo que, dijo, "ha pagado con su vida".

Los restos del cadáver del capitán fallecido, que intentó abrir sin éxito su paracaídas antes de estrellarse según los testigos, se encuentran dispersos por toda la zona. Se acordonaron cinco manzanas de edificios para que la Policía Judicial pueda acometer su trabajo. Los bomberos desalojaron los dos bloques de viviendas colindantes a la casa siniestrada tras el derrumbamiento de la parte posterior del inmueble, que no causó daños personales.

TRES DIAS DE LUTO La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Baeza decidió ayer declarar tres días de luto oficial por la muerte del piloto y el más que posible fallecimiento de la mujer y su hija. Suspendió además su tradicional Romería de la Yedra, cuya celebración estaba prevista para este fin de semana.