Los tiempos han cambiado y el PSOE ya no cree en la eficacia de los pactos parlamentarios a la carta, tan habituales en la legislatura anterior. El secretario de organización socialista, José Blanco, reafirmó ayer que el presidente del Gobierno tiene "la mano tendida" hacia el PP para recuperar la unidad en la lucha contra el terrorismo o abordar los objetivos de la presidencia española de la Unión Europea (UE), entre otros asuntos de Estado. Sin embargo, se mostró también inclinado a aportar por "acuerdos estables" con otras fuerzas políticas, entre las que citó de modo expreso a CiU y el PNV.

Para el número dos del PSOE, las relaciones preferentes con los nacionalistas moderados vascos y catalanes --sugeridas en su día por el propio José Luis Rodríguez Zapatero-- serían "plenamente compatibles" con la suscripción de pactos con el PP en asuntos de Estado como el combate contra ETA o la política europea. Otra cosa es que el liderazgo de Mariano Rajoy sea lo suficientemente sólido, a juicio de Blanco, que opinó que la contienda en el seno del PP entre la nueva cúpula y los críticos "está muy lejos de haber quedado resuelta" en el congreso que se celebró en Valencia. Dijo el dirigente del PSOE que el termómetro del Partido Popular más inmediato son las elecciones gallegas, donde habrá que ver si sube o baja. Para él, las cosas están claras: "Ya le digo que va a bajar".

EMPEORAMIENTO Además de describir a grandes rasgos la nueva estrategia legislativa del PSOE durante su intervención en el Fórum Europa, Blanco se refirió también a la delicada situación económica. Pese a contar con más escaños que en la anterior legislatura, los socialistas afrontan un cuatrienio más difícil a causa del empeoramiento de la economía.

Blanco no hizo más que verbalizar en público la convicción, cada vez más extendida en la cúpula del partido, de que la situación política será insostenible sin el apoyo estable de CiU. Y del PNV, si aparca sus proyectos soberanistas. La dirección del PSOE espera que esa búsqueda de estabilidad con la federación catalana sea compatible con la continuidad del tripartito en Cataluña, aunque fuentes socialistas admiten que se trata de una ecuación de difícil resolución.

DEBILIDAD Blanco se esforzó por no transmitir una imagen de debilidad política. Preguntado por la reciente decisión de la Junta de Portavoces que ha forzado la comparecencia de Zapatero para explicar sus planes en materia económica, el secretario de organización alegó que "no se puede elevar a categoría una votación y dar por hecho de que eso es lo que va a pasar a lo largo de la legislatura". "Algunos, una vez más, vuelven a confundir sus deseos con la realidad", apostilló.