El Ayuntamiento de Zaragoza intensificará la vigilancia de los botellones en la semana del Pilar y para ello va a poner en marcha la campaña El botellón sale caro con el fin de concienciar a los jóvenes y frenar esta práctica.

La iniciativa incide en tres aspectos. Uno es la acumulación de basura y las molestias para los vecinos que genera el botellón; otro el riesgo de contagio de covid al compartir vasos, no usar mascarilla ni guardar distancias de seguridad; y el tercero atañe a las sanciones que conlleva el incumplimiento de la normativa y las recomendaciones sanitarias.

El botellón está prohibido y practicarlo «tiene consecuencias que se agravan» en el contexto de la pandemia. La campaña se va a difundir a través de redes sociales, medios digitales, plataformas musicales y cartelería distribuida por diferentes puntos de la capital aragonesa.

A diez días de comenzar la semana del Pilar, cuando los jóvenes estudiantes disfrutarán de cinco días seguidos de fiesta, desde el Ayuntamiento de Zaragoza volvieron a hacer ayer un llamamiento a la responsabilidad individual para las próximas semanas de octubre.

De forma paralela a esta iniciativa, y según se acordó ya en la primera reunión de la Junta Local de Seguridad de Zaragoza el pasado 17 de septiembre, efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con la colaboración de la Policía local, vigilarán las calles y espacios verdes donde pudieran producirse aglomeraciones.

Para ello, todos los agentes de la Policía Nacional estarán disponibles y trabajando durante los días del Pilar y además se contará también con 100 agentes de dos Unidades de Intervención Policial (UIP) que estarán prevenidos por si fuera necesaria su presencia en la capital aragonesa. Además, la Guardia Civil se encargará de la vigilancia en los barrios rurales de Zaragoza y habrá una unidad de drones sobrevolando las calles para evitar y observar desde el aire que se cumplan las normas sanitarias, sobre todo para que no se hagan botellones.

Uno de los espacios a los que se prestará especial atención será el campus San Francisco de la Universidad de Zaragoza, donde la institución académica ya anunció que la vigilancia se iba a intensificar al ser una zona habitual de concentración de jóvenes y donde no resulta difícil esconderse y escabullirse de la Policía.

Además, el área de Infraestructuras del ayuntamiento de la capital reforzará el alumbrado público en varias zonas de las riberas del Ebro y del recinto Expo dentro del dispositivo para reducir la concentración de personas por la noche en estos espacios y disuadir sus reuniones.

Todo con el objetivo de evitar los incidentes y altercados que se están produciendo en otras ciudades de España en los últimos días. En Zaragoza, por el momento, los responsables del consistorio se han mostrado siempre conformes con el comportamiento en general de la ciudadanía pero habrá que ver cómo sientan los actos culturales programados para el Pilar. El próximo miércoles, 6 de octubre, se reúne de nuevo la Junta Local de Seguridad para acabar de perfilar los detalles del dispositivo policial.