“¿Ya le habéis hecho la foto?”, pregunta la una voluntaria del Ayuntamiento de Zaragoza a unos padres primerizos que están esperando expectantes a que el culo del Tragachicos expulse a su hijo. Este acaba de salir por el tobogán con cara de susto pero lejos de llorar, parece haber disfrutado de la experiencia. Tanto que nada más cogerse de la mano de su padre, le exige, “vamos a poneros otras vez en la fila”. El Tragachicos, ese famoso tobogán que es una de las grandes atracciones de todos los Pilares, se ha instalado hoy en el Parque Delicias (en la entrada junto a Duquesa Villahermosa) donde va a estar hasta las 14,.00 horas por la mañana y de 17.00 a 20.00 horas por la tarde.

Apenas pasan dos minutos de las 11.00 (a la hora en la que se suponía que se iba a deslizar el primer niño) y el Tragachicos ya presenta una gran actividad. Un centenar de personas hacen fila pacientemente (“tranquilos que va rápido”, se dicen entre ellos) para ser devorados por un personaje ya muy popular en el imaginario infantil. Los niños más osados (por razones obvias, la utilización de este tobogán está vetada a personas adultas) saludan desde arriba del mismo como si lo hicieran desde la cima de uno de los picos más altos del Pirineo poco antes de deslizarse por el mismo. Un viaje de apenas unos segundos pero que encierra la magia del que desaparece y vuelve a aparecer, un hecho muy sencillo pero que estimula las ganas de los más pequeños como se puede comprobar año tras año con el éxito que cosecha esta atracción.

Una niña llega a su destino tras deslizarse por el Tragachicos. JAIME GALINDO

La plataforma de lanzado empieza a acumular demasiados niños por lo que hay que parar un momento la subida por la pequeña escalera hasta que se puedan ir lanzando y vaciando la zona. Al otro lado, es decir, abajo, cada vez hay más padres con sus móviles preparados para lanzar la fotografía. Es el sino de los tiempos, ese que también hace que los propios niños lleguen abajo e incluso los que lo hacen con cara de susto acaben posando para la instantánea. La fila va creciendo lentamente pero se cumple la fluidez prometida y no se escucha ninguna queja lo que no deja de ser la señal de que todo funciona correctamente. Incluso llega el momento de los despistados que pasan por el barrio y al ver el jaleo se suman a la fiesta. Alguien hay que hasta echa de menos la música… El tobogán sigue a pleno rendimiento.

El Tragachicos, que es una de las pocas actividades de estos Pilares para los que no hay que reservar entrada con antelación, está viajando durante estos diez días por los diferentes barrios de la ciudad. Si el primer día estuvo en Miralbueno y ayer en Delicias, los próximos días se instalará en San José, Casablanca, Santa Isabel, Monzalbarba, Valdefierro, Torrero y Las Fuentes, respectivamente. 

El Tragachicos es una de las atracciones más reclamadas por los niños en Pilares. JAIME GALINDO