FIESTAS DEL PILAR 2023

El mañana de Joaquín Sabina encandila en Zaragoza

El cantautor firma un rotundo concierto en el pabellón Príncipe Felipe ante un público entregado al artista

Daniel Monserrat

Daniel Monserrat

Cuando Joaquín Sabina ha salido al escenario del pabellón Príncipe Felipe, muchos de sus seguidores han constatado que el jienense ya no era tan joven. No por su estado ni porque su voz, evidentemente, ya no es la que era. Ha empezado a cantar, como viene haciendo en toda la gira, su canción 'Cuando era más joven' y, de repente, todo ha tenido sentido al llegar a la frase: «Mañana era nunca, y nunca llegaba pasado mañana». Y es que, a pesar de toda la larga travesía para volver a ver a Joaquín Sabina (las entradas llevaban agotadas desde meses), el mañana ya estaba aquí, la gira 'Contra todo pronóstico' había llegado a casa como previa de las Fiestas del Pilar y eso solo significa lo que significa, que el tiempo ha pasado muy rápido.

Que Sabina no es el de antaño es algo que a nadie se le escapa pero que su figura sigue desprendiendo ese aura de artista grande con cierta magia para hacer relucir todo lo que toca parece que incluso se ha multiplicado. A pesar de que se pase ya buena parte del concierto sentado en su taburete sin perder las costumbres (un bombín para quitárselo ante el público y presentarle sus respetos como él dice) y de que muchos de sus referentes y amigos ya no están (incluso Serrat se ha retirado de los escenario), Joaquín Sabina sigue siendo capaz de armar un concierto rotundo y bien armado rodeado de manera brillante por una banda de músicos que tapan cualquier posible laguna que pudiera llegar a aparecer.

Sabina ha empezado su concierto con 'Cuando era más joven' para seguir con 'Sintiéndolo mucho' en una actuación en la que, a través de algo más de 20 canciones, hace prácticamente un repaso por su vida. Así, en el primer concierto que ha ofrecido en Zaragoza hubo tiempo para escuchar temas como 'Lo niego todo', 'Llueve sobre mojado' (con la que presentó su banda), 'Por el bulevar de los sueños rotos', 'La canción más hermosa del mundo', 'Tan joven y tan viejo', '19 días y 500 noches', 'Princesa', o una 'Yo quiero ser una chica Almodóvar' en voz de Mara Barros. Todo para llegar a unos bises en los que tampoco ha habido muchas sorpresas con canciones como 'Contigo' y una emotiva 'Pastillas para no soñar'.

Los mejores músicos

En total, más de dos horas de concierto en las que el artista bien es cierto ha tenido que tomarse un respiro bien cubierto por la banda que le arropa («los mejores músicos del mundo» dice, no se sabe si para lanzar un dardo intencionado a Pancho Varona después de todo lo que se ha hablado de esa ruptura) pero que han venido a demostrar que Sabina no es el de antes pero sigue teniendo una atracción entre el público.

Si el de este domingo (también con las entradas agotadas desde hace meses) será el último concierto que el artista ofrezca en Zaragoza (la especulación de que pueda ser esta la última gira) es algo que puede que no sepa ni el propio artista pero por si acaso, los zaragozanos le han querido regalar toneladas de cariño. Y Joaquín Sabina le ha correspondido a sus fans con exactamente lo que habían venido a buscar, un recorrido por su vida a través de las canciones que le han hecho crecer y eso que, como siempre, algunos echaron de menos algunos de sus temas históricos. Es lo que tiene tener una carrera tan consolidada.