OFRENDA DE FLORES

Una Ofrenda de récord

La Virgen del Pilar ha recibido a 145.000 oferentes y 820 grupos en una duración de 15 horas

Álvaro Jordán

Álvaro Jordán

La más multitudinaria y la que más ha durado hasta la fecha. La Ofrenda de flores ha batido varios récords: la de oferentes registrados, la de grupos participantes y la de mayor duración. Ha sido incluso más multitudinaria que la del año pasado, que hasta ahora ostentaba el récord. Finalmente, 350.000 personas pasaron en algún momento de la jornada por la plaza del Pilar, tanto para depositar sus flores en la estructura de la Virgen como simplemente para visitarla, mientras que el número de oferentes llegó a 145.000, frente a los 141.537 del año pasado. Además, ha sido la más larga de la historia. Comenzó a las 6.30 horas y ha concluido a las 21.28 horas. Casi 15 horas. Además, han pasado finalmente 820 de los 890 grupos que se habían inscrito lo que supone un nuevo récord.

La jornada ha arrancado a las 6.30 horas en un día con gran esplendor que vino pisando fuerte desde el principio. Aunque, por supuesto, no todo fue de color de rosa (o de claveles), puesto que los desfiles grupales llegaron a contar con 50 minutos de tránsito medio, con algunos retrasos de hasta una hora en ubicaciones como la calle Canfranc. Por otra parte, los accesos individuales resultaron en ritmos más holgados con tránsitos de 35 minutos como máximo, según informó la Policía Nacional.

La alcaldesa Natalia Chueca, por su parte, celebraba poder estrenar su bastón de mando en «un día tan importante para Zaragoza y, sobre todo, para toda España».

En el desfile de las hermandades también hubo espacio para la música.  |

En el desfile de las hermandades también hubo espacio para la música. |

Tras la Ofrenda de récord del año pasado, la plaza del Pilar ha brillado con más fulgor que nunca. Así, y con un manto de claveles rojos cubriendo a la Virgen, como todos los años pares, al igual que la Cruz de Lorena, colocada sobre un óvalo blanco que la resalta, siete millones de flores decorarán durante la próxima semana, y mientras la climatología lo permita, uno de los símbolos y lugares más emblemáticos de la capital aragonesa.

En una ocasión tan especial como acaba resultando siempre la Ofrenda, a los ciudadanos les resultaba complicado evitar derramar alguna que otra lágrima. Para muchos de ellos, la Ofrenda significaba la viva expresión de sus familias, de sus infancias, de los recuerdos de un pasado que quizá fue mejor.

Nostalgia y alegría

Ha habido momentos de nostalgia y de mucha alegría, con varias pedidas de mano entre algunas jóvenes parejas e, incluso, las visitas a la Virgen por parte de algunos infantes de tan solo 20 días, ya vestidos de baturros. Un aluvión de fervor y sentimiento que se vio acompasado por el toque de las campanadas de la Basílica del Pilar a las 11.30 horas y la atenta mirada de las estatuas de los mártires como San Vicente de Paúl o San José de Calasanz.

El desfile de los grupos sirvió como precedente para grandes celebraciones, como el bicentenario del cuerpo de Policía Nacional, cuyos representantes congratularon con una corona de flores digna para la ocasión; o el 150 aniversario del Cuerpo de Bomberos, complementado por una pequeña dosis de espectáculo en el centro de la plaza del Pilar.

Entre los grupos no faltaron instituciones como la ONCE, la Academia General Militar o la Guardia Civil. Así como hermandades destacadas como San Joaquín y la Virgen de los Dolores o la Reina de la Huerta de Murcia, caracterizados por sus vestidos y pendientes del siglo XVIII.

La Virgen del Pilar luce este año un manto de claveles blancos, rojos y azules, acompañado de más de siete millones de flores. |

La Virgen del Pilar luce este año un manto de claveles blancos, rojos y azules, acompañado de más de siete millones de flores. |

Elementos que, como dejó entrever el gerente de Zaragoza Cultural, David Lozano, permitieron «ir colocando las piedras en el camino hacia un nuevo récord histórico». No le faltó razón.

Este año, el país invitado a la Ofrenda fue Paraguay. La decisión se realizó en pos de ampliar la reputación de este país, así como mejorar sus relaciones internacionales con España. La bandera del país latino presidía el manto desde bien temprano, con una colorida gama de colores rojo, blanco y azul.

Además de Paraguay, también ha habido presencia de otros países hispanos como México, Bolivia, Venezuela, Colombia, Argentina u Honduras. Estos últimos ofrecieron un concierto de música criolla típica del país, con la que maravillaron al público zaragozano a golpe de maracas, rascadores y muchos tambores.

La alcaldesa Natalia Chueca, junto a su bastón de mando, durante el desfile de la Ofrenda. |

La alcaldesa Natalia Chueca, junto a su bastón de mando, durante el desfile de la Ofrenda. |

Aunque, por supuesto, en la cita no faltaron jotas, que sobresalieron sobre cualquier otro folclore gracias a las grandes actuaciones de grupos joteros como Blasón Aragonés y Estampa Baturra, así como los ganadores de los certámenes oficiales de jota aragonesa. También hizo acto de presencia Julio Bellido para la presentación de su disco Tierra y Sangre en el marco del PilarFolk, que este jueves ha querido homenajear a varios iconos míticos de la jota en Aragón, como Pilarín Bueno. A estas actuaciones se le sumaron unas horas después espectáculos teatrales como Dale Ramón, de la compañía Trapu Zaharra, el concierto de B Vocal en el Auditorio o una de las citas musicales más esperadas de las fiestas: la actuación de Quevedo en el Espacio Zity.

El ambiente de la Ofrenda, como era de esperar, ha sido abrumador a pesar de que no superara el récord de su edición anterior. La calle Alfonso lució abarrotada durante toda la jornada, con gente de todas las edades y procedencias que presenciaban lo que sin duda fue un día inolvidable para todos ellos.

Una fila de bailarinas bolivianas. |

Una fila de bailarinas bolivianas. |

Por supuesto, las cifras pueden seguir creciendo porque si bien la Ofrenda floral ha concluido, la virtual permanecerá abierta hasta la conclusión de las fiestas el próximo domingo 15 de octubre.

Con esta triple revalidación de récords, Zaragoza también llegó a romper un récord de emociones. La Virgen del Pilar ha visto a cada uno de los zaragozanos crecer, generación tras generación, y son momentos como este en el que los ciudadanos devuelven un poco de esa gratitud hacia su figura, de una manera tradicional (entre bastantes lágrimas que, como algunos baturros preferían subrayar, eran «inexplicables»).

Y es que tradiciones como esta son elementos que nunca deben perderse, porque Zaragoza es de esas urbes que sí se enorgullece de su patrimonio. Las tradiciones son un baluarte que asientan las bases de una sociedad, que la vuelve realmente humana, como ya se dejaron ver esas emociones a flor de piel.. Así que, como ya repitieron los asistentes a lo largo de la jornada: «¡Viva Aragón! ¡Viva la Virgen del Pilar!».