Los magalloneros disfrutan de una visita guiada al monte La Molilla

Los magalloneros pudieron disfrutar el 27 de julio de un paseo guiado al atardecer por La Molilla, el monte que cobija a Magallón. Esta actividad, organizada por el ayuntamiento y la Asociación Amigos de la Cultura y guiada por el historiador magallonero José Ignacio Sauca con la colaboración del presidente de la Asociación Javier Pellicer, tuvo una importante respuesta del pueblo, puesto que asistieron más de un centenar de personas, a pesar del inesperado mal tiempo.

Durante el paseo, de una manera didáctica, se explicó el origen geológico de esta muela y su relación con el asentamiento de la población de Magallón en sus laderas. La concentración de la villa en lo alto de la muela y las distintas intervenciones que se han realizado en su superficie a lo largo de los siglos ha provocado que actualmente apenas se conserven restos del rico pasado de la villa, a excepción de la iglesia de San Lorenzo. Pero todavía se pueden apreciar los restos medievales del castillo, sus cilleros, sus murallas escondidas, sus torreones, sus pequeñas viviendas, sus canteras, así como también de la expansión de las bodegas-cueva como consecuencia de la filoxera francesa de finales de siglo XIX y los viejos accesos carreteros a Magallón, hoy casi perdidos, marcados por la explotación económica de la montaña en la extracción de piedra y elaboración de yeso y cal.

Es importante para nuestros pueblos conservar su importante patrimonio. Desde Magallón intentan que este rico y variado patrimonio heredado sea su seña de identidad, para lo cual, es importante conocerlo y difundirlo. El ejemplo de la Molilla demuestra que esta riqueza cultural y geológica todavía se mantiene, de lo más espectacular a lo más simple y sencillo, desde la preciosa iglesia de San Lorenzo a las pequeñas rosas del desierto que se extienden por todo el monte. Pero tras la actividad del sábado lo más importante es la voluntad de los magalloneros en descubrirlo, sentirlo y protegerlo.

El recorrido finalizó con un interesante y ameno rato de convivencia entre los asistentes en la bodega municipal. Durante el mismo, los asistentes aportaron datos que hacen que todavía queda mucho por descubrir y trabajar de su querida Molilla. T