Toda la basura urbana será tratada antes de rechazarse en vertedero

Toda la basura urbana de Aragón tendrá un tratamiento específico de separación, recuperación, reutilización y transformación antes de ser depositada, ya como rechazo, en un vertedero. Este nuevo modelo de gestión, incluido en el Plan Integral de Residuos del Gobierno aragonés para los próximos cuatro años, y cuyo proyecto se encuentra en proceso de exposición pública, afectará tanto a la materia orgánica, como a los envases de vidrio, plástico y papel, y a voluminosos, ropas o residuos especiales que se depositan en los puntos limpios.

El proyecto sigue la estrategia diseñada en el Plan de Ordenación de la Gestión de los Residuos Sólidos Urbanos de Aragón (1998-2003), que ya preveía gran parte de este desarrollo. Sin embargo, y a pesar de la inversión prevista entonces, no logró grandes avances debido, fundamentalmente, al estancamiento de los ayuntamientos, de quienes son competencia última estos residuos.

El nuevo plan, en el que se invertirán 17 millones de euros (seis de ellos este mismo año para la puesta en marcha de varias plantas de tratamiento) modificará completamente el mapa actual de infraestructuras que sobre residuos urbanos existe en la comunidad. Pero también obligará a un cambio de actitud de la sociedad aragonesa. "El objetivo fundamental es que el ciudadano se conciencie de que no debe generar residuos, porque la basura es de todos", argumentó Marta Puente, directora general de Calidad Ambiental.

LAS NOVEDADES Y como grandes novedades, aparecen por primera vez hasta cinco plantas de tratamiento que transformarán el residuo orgánico en compostaje; la puesta en marcha de las primeras fábricas que clasificarán los envases ligeros de los contenedores amarillos para reutilizarlos o eliminarlos a través de gestores autorizados (en la actualidad, todos los envases se trasladan a la planta de Tudela), o la eliminación progresiva de un número importante de vertederos --que pasarán de los 22 actuales a sólo ocho--. Este cambio marcará un antes y un después medioambiental de la basura doméstica.

El diseño del plan parte de la división de Aragón en ocho grandes cabeceras de agrupación que permitirán no sólo optimizar la recogida, sino avanzar en las rutas y "ordenar la gestión de manera que existan masas suficientes para un mejor rendimiento, debido sobre todo a que Aragón es un territorio difícil", añadió la directora general.

Entre los objetivos está el reducir la cantidad de embalajes presentes en los bienes de consumo, ya que casi el 36% del peso total de la basura son envases. E implantar la recogida selectiva de materia orgánica en los municipios de más de 5.000 habitantes, y la de vidrio, papel-cartón y envases en los mayores de 500.