Los aspirantes a suceder a Gustavo Alcalde como presidente del PP aragonés estrenarán el sistema de primarias instituido por los conservadores en el congreso de Valencia el pasado fin de semana.

El congreso regional, según indican los estatutos, debe celebrarse antes de que termine el mes de octubre --en los cuatro meses siguientes al nacional-- e incluirá una novedad en el sistema de proclamación de los candidatos. Estos deberán hacer oficial su intención de concurrir en los días siguientes a la convocatoria oficial --el plazo no está determinado-- y antes de que comience la designación de los compromisarios, de forma que estos últimos puedan ser designados en función de a qué aspirante apoyan. Los candidatos podrán hacer campaña entre los aspirantes a compromisario hasta el momento mismo de su designación, en un sistema similar al de caucus que utilizan los partidos estadounidenses.

En ese proceso congresual se enfrentarán, salvo que aparezca una tercera vía, los dos sectores en los que actualmente se divide el PP aragonés. Uno es partidario de continuar con la línea de la actual dirección, y en él suenan como posibles candidatos o para ocupar la Secretaría General el actual portavoz en las Cortes, Antonio Suárez, y los diputados Rosa Plantagenet y Miguel Ángel Lafuente. Sus apoyos se concentran en Zaragoza ciudad.

El segundo grupo, que lleva meses trabajando en la línea de la renovación y tiene buenas conexiones con el aparato salido del Congreso de Valencia, es prácticamnete monocolor en Huesca y Teruel, organizaciones que encabezan Antonio Torres y Manuel Blasco, y cuenta con amplia presencia tanto en la provincia de Zaragoza como en la capital, donde sus cabezas visibles son Luis María Beamonte y José Atarés.