La ampliación de capital sigue sin estar inscrita en el Registro

La supuesta ampliación de capital de International Leisure Development (ILD) por un monto total de cuarenta millones de euros sigue sin ser inscrita en el Registro Mercantil de Cardiff (País de Gales). Un año después de haber sido anunciada por los portavoces de la promotora de Gran Scala, dicha operación no acaba de tener marchamo oficial alguno. Tampoco se han despejado las dudas respecto a cómo pudo ser posible que la citada ampliación movilizase un capital muy superior al total registrado por ILD aunque su aportador (el fondo de inversiones Development Capital Management-DCM radicado en la isla de Jersey) recibiese tan sólo un cuarenta por ciento de las acciones del pool que impulsa la construcción de una neociudad del ocio y el juego en territorio aragonés.

DCM fue presentado en mayo del 2008 como el socio financiero que aportaría capital inicial para poner en marcha el gran complejo, donde finalmente habrían de invertirse 17.000 millones de euros. Pero lo que entonces era un "fondo soberano de inversiones", que operaba desde el notorio paraíso fiscal que es la isla de Jersey en el Canal de La Mancha, ha cambiado de cara. Ahora se presenta como una "consultoría de asesoramiento para inversores, especializada en el sector inmobiliario, la energía, la minería y los recursos naturales". Opera desde su propia base insular, así como en Londres, Estambul y Argel. Mantiene dos fondos, el Otomano y el Off Share, pero entre sus integrantes ya no aparece la larga lista de respetables bancos que se citaban meses atrás.

La web de DCM anuncia que está desarrollando "una cartera integrada por un fondo de madera paneuropeo" y que la línea de energía e infraestructuras comenzó a operar en septiembre del 2007. Incluye entre los proyectos "preeminentes" en los que trabaja actualmente un gasoducto, un hospital y "el promotor de un gran complejo de ocio en Europa Occidental", alusión genérica que podría referirse a Gran Scala. En tal caso, DCM funcionaría como un captador de inversores dispuestos a jugar la baza del capital-riesgo en el proyecto que ILD pretende poner en marcha.

Así, mientras se mantienen las incógnitas sobre cómo podrá financiarse la construcción de una neociudad capaz de rivalizar con Las Vegas y Orlando, tampoco se conoce la existencia de operadores de alguna envergadura dispuestos a participar en el plan. Nadie está para bromas en medio de la crisis.