La sensibilización de los vecinos con la decisión de hacer pasar el tranvía por el centro de la ciudad tendrá que llegar sí o sí y una de las consecuencias directas de hacerlo se nota incluso durante la fase de obras: hay muchos menos coches circulando por las calles céntricas. Incluso lo notan en verano, cuando la ciudad casi se vacía. Hay muchos menos vehículos que en años anteriores.

Con el inicio de los trabajos, el eje del tranvía ha llevado casi a una peatonalización de facto en los viales afectados. ¿Eso es bueno o es malo para los residentes? Opiniones hay para todos los gustos, pero lo que todos comparten es la complejidad del día a día sorteando zanjas, atravesando la zona de obras por dónde se puede, que no siempre es el camino más directo, o llegar con el coche hasta el garaje.

Para el resto de zaragozanos, acudir al centro con el coche empieza a ser ya un hábito a extinguir. Aunque no siempre es fácil, por las exigencias laborales o para conciliar las obligaciones profesionales y personales. Mientras, durante el fin de semana se está notando más. Ahora, los sábados y domingos hay menos vecinos que cogen el coche para acercarse al centro. También hay menos gente que va al centro.