Los alcaldes de La Jacetania solicitaron ayer a la presidenta de la DGA, Luisa Fernanda Rudi, y al delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, apoyo para conseguir la declaración de zona catastrófica como consecuencia de los cuantiosos daños que provocaron el temporal del pasado fin de semana y la crecida del Aragón y sus afluentes. El agua causó tal cúmulo de incidencias que los voluntarios de Protección Civil de la Comarca realizaron en solo tres días alrededor de un centenar de servicios de emergencia y auxilio.

Rudi, por su parte, ha convocado para las ocho y media de la mañana de hoy a un gabinete de crisis a los consejeros de Presidencia, Roberto Bermúdez de Castro; Interior, Antonio Suárez; Agricultura, Modesto Lobón, y Obras Públicas, Rafael Fernández de Alarcón. Su objetivo es "diseñar un plan de trabajo, en colaboración con la Delegación del Gobierno y con los propios medios" de la DGA.

La presidenta del Ejecutivo autonómico, que se reunió ayer en Canfranc con los alcaldes de la comarca, lamentó los daños materiales causados por el temporal al tiempo que se congratuló de que no los hubiera habido de carácter personal. "Los servicios de seguridad han funcionado", dijo, "y ahora las diferentes administraciones aúnan esfuerzos para realizar las primeras evaluaciones de los daños".

El presidente de la Comarca de La Jacetania, José María Barca, calificó los daños de "cuantiosos", aunque declinó efectuar una primera valoración. Destacó que han afectado tanto a bienes públicos --la playa de mercancías de la estación de Canfranc, una nave en la que el organismo comarcal estaciona vehículos o la plaza de acceso al puente de la Garcipollera-- como privados, caso de los edificios que el río Aragón engulló en la urbanización El Molino, en Castiello de Jaca.

Barca resaltó también otros efectos del temporal, caso de un área de Salvatierra de Esca en la que la intensa lluvia y el desvío de los barrancos ha arrancado miles de metros cúbicos de tierra vegetal.

Un desprendimiento de rocas ocupó dos carriles de la N-330 en Castiello, que quedó cerrada al tráfico pesado.