La asamblea realizada en el colegio Tomás Alvira sentenció que el 95% de los padres de los niños de 3° de Primaria no permitirán a sus hijos realizar la prueba. En su caso, la alternativa ya está decidida y cada familia con algún miembro que no trabaja se quedará en casa con tres niños. "Nos parece mal que esta prueba, que se hacía antes en otros cursos, se lleve a cabo con cuadernillos que no sabemos de dónde han salido, ignoramos si han sido preparados por maestros de la DGA o una empresa privada y tampoco se nos ha informado de los criterios que se han utilizado para su elaboración", explicó Pilar Escriche, una de las madres que han decidido boicotear la prueba.

Pero una de las principales razones que esgrimen estos padres es que "no sabemos para qué es la prueba", ya que "la LOE incluía un apartado que decía que los datos eran internos para la propia mejora pero en la LOMCE aparece otro que expone que pueden hacerse públicos y, aunque no sabemos si se hará, nos preocupa que se pueda hacer un ránking de niños o de colegios".

La protesta también alcanza a la comparación con evaluaciones anteriores. "Se hacen desde hace años, pero, antes, te mandaban a casa un informe preguntando el nivel de renta familiar y de estudios de los padres. Se preguntaba cuántos libros había en casa, ordenador o acceso a internet y todo eso se valoraba con los resultados de tal manera que las pruebas servían para ver si la escuela servía para equilibrar las diferencias socioculturales de las familias".