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apuesta por la sostenibilidad de las especies

Más controles para frenar el aumento de furtivos

El desarrollo del turismo rural multiplica el riesgo de irregularidades. La DGA ampliará la vigilancia para garantizar un «buen uso» de los cotos

Más controles para frenar el aumento de furtivos

A partir de mañana se abre la media veda de caza en Aragón con algunas novedades en el plan general, como intensificar el control en las actividades cinegéticas en la lucha contra el furtivismo o facilitar las tramitaciones administrativas de las solicitudes para el ejercicio de la caza.

Uno de los objetivos del departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad para esta temporada está en la puesta en marcha de diversas actuaciones en materia de control de la actividad cazadora para evitar algunas malas prácticas muy asentadas en el sector, como pueda ser el furtivismo. El director general del ramo, Ángel Berzosa, manifestó su intención de actuar con «conciencia medioambiental» a la hora de gestionar la diversidad de las especies cinegéticas.

Por el momento, y con la temporada sin empezar, ya se han detectado al menos 120 infracciones. Y es muy probable que la cifra siga en aumento por el crecimiento de algunas especies y las molestias que pueden llevar acarreadas.

Además, Berzosa señaló que durante el periodo estival «mucha más gente va al pueblo» y realiza la actividad o usa recintos de caza mayor sin autorización. En muchos casos por desconocimiento de la normativa, pero también por considerar que no serán sorprendidos.

DUDAS ECOLOGISTAS

Por este motivo, los Agentes para la Protección de la Naturaleza y miembros del Seprona han revisado en las últimas semanas la señalización de los terrenos de caza para un «mejor uso» de estos y han aumentado la vigilancia en el cumplimiento del actual plan de caza, según evidenció Berzosa.

El director general recordó que la práctica sin licencia autonómica, sin autorización del titular del terreno o el incorrecto uso de los precintos para aquellas especies de caza mayor pueden calificarse como infracciones graves e incluso muy graves, en razón de la especie capturada.

Por su parte, los colectivos ecologistas recordaron que no existen censos reales de las especies cinegéticas y pidieron que se garantice la sostenibilidad de las poblaciones.

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