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LA REACCIÓN DE LOS AGENTES SOCIALES

Los sindicatos convocarán nuevas protestas si no hay más concreción

Los alcaldes piden a la ciudadanía que apoye en masa las reivindicaciones. Conceden un corto margen a la eléctrica antes de plantear las movilizaciones

Los sindicatos convocarán nuevas protestas si no hay más concreción

Los representantes sindicales de UGT y CCOO en las cuencas mineras salieron totalmente decepcionados de la reunión celebrada ayer en el Pignatelli. Tanto que ya advirtieron que volverán a convocar nuevas movilizaciones si Endesa no concreta pronto su plan de acompañamiento para intentar compensar el cierre de la térmica de Andorra, de la que dependen de manera directa unos 600 trabajadores y otros 3.000 de manera indirecta.

«Con cuatro placas solares no nos vamos a conformar; o nos presenta un plan detallado y cargado de contenido o volveremos a salir a la calle», subrayó el secretario de UGT en Teruel y trabajador de la térmica, Alejo Galve. En este mismo sentido se manifestó José Antonio Planas, de CCOO, que apostó por dar un margen de solo unos días para que la eléctrica presente el citado plan.

Los alcaldes de Andorra y de Ariño, Sofía Ciércoles y Joaquín Noé, apuntaron en la misma dirección. «Debemos ser más reivindicativos y luchadores», dijo Ciércoles. Así, Noé lamentó el escaso apoyo que tuvo la última manifestación de protesta celebrada en Andorra el pasado 1 de enero. «Parece que hay gente que no es consciente de lo que se nos viene encima», aseveró el alcalde de Ariño.

Por otra parte, los sindicatos y los municipios piden que las administraciones se pongan las pilas para impulsar la reconversión de la zona si finalmente la térmica cierra como todo hace indicar.

Y es que la confirmación del cierre de la térmica a mediados del 2020 estrecha al máximo los plazos y las esperanzas de que el cambio del ciclo sea exitoso. Las cuencas mineras de Teruel llevan casi tres décadas peleando por diversificar su economía local hacia otras actividades alternativas al negro mineral. Aunque hay casos de éxito (como la papelera DS Smith), el balance no es muy brillante dado el elevado número de iniciativas y proyectos empresariales fallidos.

AYUDAS DEL PLAN MINER

A pesar de la lluvia de millones que han regado los pueblos mineros en todos estos años gracias a las conocidas como ayudas Miner, la dependencia del carbón en la comarca andorrana sigue siendo muy elevada. Las empresas del sector minero-eléctrico emplean a 600 personas de manera directa, pero el empleo inducido asciende a más de 3.000 trabajadores.

Los incentivos para la instalación de empresas en la zona arrojan sonados fracasos, como el de Cemex, que invirtió 84 millones en la construcción de una planta cementera en Andorra que nunca se puso en marcha, por lo que tuvo que devolver 6 millones de ayudas públicas. Esta iniciativa se frustró por la crisis del ladrillo, que también se llevó por delante otros prometedores proyectos vinculados al maltrecho sector de la construcción (Prefabricados Castelo, Ferrogres, Mecanos de Hormigón y Teruel Biotecnología o grupo Alcance). Es extensa igualmente la lista de compañías de otras actividades que anunciaron su desembarco pero nunca llegaron a materializarse por diferentes motivaciones: Vital Green, Teruel Biotecnología, Foresta Capital, Aragal o, más recientemente, la farmacéutica india Labdhifarma.

La crisis ha obstaculizado por tanto este proceso de reconversión, al frustrar muchas de las inversiones privadas y escasear los emprendedores de nuevos negocios. En los últimos años, además, el grueso de las ayudas ha ido a parar a empresas de Fraga y Mequinenza en detrimento de Andorra, a pesar de ser esta la única comarca donde sigue existiendo actividad minera.

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