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Política de bloques en educación concertada

La política de cada partido en materia de dependencia, sanidad y de enseñanza en el ámbito autonómico provocó ayer un encendido debate entre las fuerzas de izquierda y las de centro y derecha, que mostraron de esta forma las visiones contrapuestas que mantienen sobre la forma de gestionar los servicios públicos fundamentales. Mar Vaquero, del PP, acusó al actual Gobierno de haber lanzado una «persecución política» a la enseñanza concertada y de haber «universalizado»” las listas de esperas. Y todo ello, mantuvo, pese a que la «voracidad fiscal» del anterior Gobierno le permitió «confiscar» 1.900 millones más para los presupuestos.

Sin embargo, Javier Sada replicó que el PP describía «una hecatombe poco creíble» en los servicios públicos. Aportó cifras, como un aumento de 400 en el número de trabajadores en sanidad, una inversión sanitaria «multiplicada por 10» y «un aumento del 14% en la percepción social sobre las listas de espera». Sada defendió la compatibilidad entre la educación concertada con la pública y aseguró que en la legislatura que termina, en la que elogió el esfuerzo para extender la enseñanza gratuita de 0 a 3 años, se han incorporado 1.500 profesores.

Maru Díaz, de Podemos, subrayó que su partido defiende que el dinero público sufrague en su totalidad los diferentes niveles de la enseñanza, desde los primeros años de escolarización hasta la universidad. Y en materia de dependencia abogó por más residencias y cuidadores en la red pública. Arturo Aliaga apostó por alcanzar un consenso general que dé prioridad a la planificación y a la construcción de infraestructuras. Abogó por llegar a acuerdos de amplia base que garanticen que la iniciativa privada llegue a donde el público no puede hacerlo. Daniel Pérez propugnó una «gestión profesional y no política para abordar los problemas y carencias». José Luis Soro defendió los logros del Gobierno saliente en materia social y le atribuyó que Aragón sea la comunidad «donde más ha aumentado el gasto social».

Álvaro Sanz salió en defensa de los mileuristas y los pensionistas, de los que dijo que sus bajos ingresos les impedían vivir en condiciones de igualdad. Manifestó que los conciertos educativos son «una rémora» y que la sanidad está bloqueada porque se basa en un «sistema medicalizado».

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