Mujer y Deporte

Cristina Lanau. A golpes de esfuerzo y precisión

Con el deporte como clara herencia en su casa de Sabiñánigo, primero en la natación y después en el esquí de fondo, con la casualidad que implicó probar un día el tiro con carabina, esta deportista oscense ya ha disputado los Juegos Olímpicos de la Juventud y un Mundial en biatlón, una especialidad que le apasiona y le exige muchas horas y sacrificio que después le devuelve con creces

Cristina Lanau, antes de una práctica de tiro en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Corea.

Cristina Lanau, antes de una práctica de tiro en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Corea. / SERVICIO ESPECIAL

Lo ha tenido fácil Cristina Lanau para recibir la llamada del deporte de élite, con Alfredo, su padre, en el triatlón y Ana, su madre, gran aficionada al running. Su casa, donde su hermano Adrián compite en esquí, es casi un centro deportivo familiar y, tras empezar ella en natación, la vida le llamó por los duros caminos del biatlón tras hacer antes esquí de fondo en Mayencos, su club. «Antes de la pandemia nos ofrecieron a varios enseñarnos a tirar con las carabinas de aire comprimido, me llamó la atención, probé y me gustó y después empezó el programa de tecnificación con la FADI», resume esta chica de Sabiñánigo y ahora de residencia fija en Jaca para compaginar sus estudios y la dureza de los entrenamientos del biatlón.

«Es mi hobby y me gusta, pero sé que sacrifico muchas cosas», asevera, consciente de los entrenamientos diarios y las competiciones que durante la temporada son los fines de semana, por lo que le exige casi dedicación plena. Fue en 2023 cuando ya la biatleta de Sabi lo pudo ser a plenitud al sacarse la licencia de armas y en este 2024 ya ha participado en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Gangwon (Corea del Sur) y en el Mundial de biatlón en Estonia.

Da Cris pasos firmes y decididos en una especialidad en la que la dificultad radica en «el cambio del esfuerzo máximo con el esquí de fondo, dándolo todo y con las pulsaciones a tope , a tener que relajarte y concentrarte en tirar. Es mucho trabajo psicológico», explica, comparando el esfuerzo del esquí con el ciclismo y asumiendo dónde está su mejora. «Tengo que trabajar la puntería», proclama, añadiendo que «en tirar bien todo el mundo puede ser casi perfecto, en el esquí el límite es el cuerpo».

El lejano sueño de los Juegos

Especialidad olímpica desde 1960, «ir a unos Juegos es el sueño, para llegar ahí queda bastante trabajo y años. Ojalá se dé», asevera entre deseos, aunque con los pies en el suelo de la realidad en un deporte que en España ha tenido licencias de militares y guardias civiles y en el que ahora, con los programas de tecnificación, están accediendo más jóvenes y con una presencia femenina aún menor que se va equiparando. 

"En otros países tienen más medios y facilidades para competir. Quiero avanzar en los resultados, en el porcentaje de tiro, que no es muy bueno aún, mejorar lo máximo posible»

«Quiero avanzar en los resultados, en el porcentaje de tiro, que no es muy bueno aún. Mejorar lo máximo posible», dice con humildad, con la vista puesta en practicar muchos años el biatlón, compaginándolo con la Universidad (Farmacia o Biomedicina llaman a su puerta) y la profesión posterior, lo que «no será fácil, pero este deporte me encanta», espeta. Asume la casi imposibilidad de vivir de él en España y de la desventaja que hay con los países escandinavos, Italia o Francia, «donde tienen más medios y facilidades para competir». Firmó una meritoria 43ª posición en esprint en Corea y ya ha sido segunda en el Nacional absoluto. No anda mal Cris. Y lo hace a golpes de esfuerzo y precisión .