MUJER Y DEPORTE

Sira Abad, la semilla del fútbol femenino

Cuando ella empezó no había nada, ni equipos ni competiciones femeninas. David Magaña la reclutó junto a otras jóvenes para un nuevo club de fútbol que, en tres años, pasó de categoría regional a nacional y, en otros tres, a la Superliga, donde compitió entre los mejores y capitaneó al entonces Prainsa en la final de Copa de La Romareda en 2009.

Sira Abad posa en el Pádel Indoor Plaza, club del que es empresaria.

Sira Abad posa en el Pádel Indoor Plaza, club del que es empresaria. / JAIME GALINDO

Hoy todo el mundo conoce a Alexia, a Salma, se llenan estadios con miles de espectadores, España es campeona del mundo y las niñas ya saben que el fútbol también es para ellas. Cuando empezó en los noventa, Sira Abad solo podía jugar en el patio del colegio, en los recreos, porque no había equipos ni competiciones femeninas. Así, Abad fue una de las que construyeron la historia del Inter Aragón, posteriormente Prainsa, Transportes Alcaine y, ahora, Zaragoza CFF. Abad fue una de las integrantes de un equipo que pasó de categoría regional a la Superliga y a disputar una final la Copa de la Reina en La Romareda.

"Entonces lo teníamos bastante más difícil, no podíamos jugar con los chicos hasta los 14 años. Mis padres se movieron y peleamos con firmas para poder jugar en las Ligas de los chicos. Ahí se produjo el cambio porque no había equipos femeninos y a partir de los 14 pasabas a absoluta y podías enfrentarte a mujeres de 40 o más, que hay mucha diferencia. Luego me vio David Magaña y quiso contar conmigo, fue cuando empecé a jugar a un equipo de fútbol sala y de fútbol. Empezamos de lo más bajito hasta llegar a Superliga", resume la zaragozana.

Un éxito que puso a Zaragoza en lo más alto del fútbol femenino. "Éramos un equipo bastante competitivo, había patrocinadores, Transportes Alcaine, Prainsa, y teníamos a jugadoras como Vero Boquete, y eso hacía que el equipo sea competitivo y pudieras jugar finales de Copa de la Reina", explica Abad, que llegó a ser capitana del Prainsa. Recuerda con cariño todos los momentos vividos, desde los años de regional al título de Liga en nacional, los ascensos y, claro, la final de la Copa de la Reina. El Prainsa disputó dos, en 2009 y en 2013. "Jugué una y me retiré al año siguiente, la de 2009 en La Romareda. Fue bastante emocionante, la verdad. Era jugar en casa, en La Romareda, una final de la Copa de la Reina, pero recuerdo todos los momentos con mucho cariño", dice.

Entonces el fútbol femenino no tenía la repercusión actual, pero Abad recuerda también con una sonrisa el apoyo recibido. "En Zaragoza tenemos suerte porque creo que junto al Athletic, que siempre iba mucha gente a verlas, igual éramos el segundo equipo que más gente venía a vernos, siempre hemos tenido mucha afición por el fútbol femenino y la verdad es que tenemos que agradecer ese apoyo. En ese sentido siempre nos sentimos arropadas. Y pensar que sin nosotras el fútbol femenino no estaría donde está. De todo lo que está pasando nos tenemos que sentir como que estamos en el ajo", reflexiona.

Por eso en cuanto supo que la final de este año volvía a La Romareda tuvo claro que no podía perdérselo. "Sentí envidia sana, está claro, me hubiera encantado estar ahí aunque es verdad que el fútbol femenino ha evolucionado un montón. Y la suerte de haber compartido equipo con ellas porque Mapi estuvo en nuestro equipo, contra Paredes, Alexia, he jugado. Un poco de envidia sana, decir cuando jugué aquí solo estaba el lateral lleno y ver ahora el estadio así con el fútbol femenino se me ponían los pelos de punta todo el rato", asegura.

La profesionalización ha sido otro de los grandes saltos del fútbol femenino. "Es verdad que ahora pueden vivir de jugar a fútbol, que es un logro bastante importante. Cobrábamos pero no para vivir", recuerda. Tras retirarse, Sira Abad se sacó el título de entrenadora, llevó un equipo del Sala Zaragoza y estuvo un par de años jugando al fútbol sala, hasta que se rompió el cruzado. "Al final me he decantado por el pádel. Soy monitora y tengo un club, el Pádel Plaza Indoor, estoy de empresaria. Y juego en primera categoría. También se me ha dado bien (ríe)".

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